El juicio contable por el robo abre la puerta de salida para De Bernardo
El ex alcalde isleño se plantea su marcha a la espera de la resolución del Tribunal de Cuentas
El ex alcalde isleño, Manuel María de Bernardo, aguarda la resolución del Tribunal de Cuentas en torno al juicio contable por el robo millonario de la caja para dar el paso definitivo y dejar por completo la política municipal. Lo ocurrido el miércoles durante la vista que se celebró en Madrid apenas deja lugar a dudas sobre su próxima marcha, que podría darse a finales de año si, efectivamente, la sentencia llega en un par de meses, como se ha apuntado desde algunas de las partes implicadas.
De Bernardo prácticamente reconoció en sus declaraciones que su tiempo en el Ayuntamiento isleño ha terminado y que solo esperaba a la conclusión del procedimiento de reintegro por alcance para cerrar una etapa y entregar su acta de concejal al Partido Andalucista, formación que intenta sobreponerse del durísimo golpe que recibió -precisamente, a consecuencia del robo de la caja- en las municipales de 2011.
Luego, también es cierto, quisó matizar lo que había dicho y aseguró, ya fuera de la sala, que todavía no ha tomado una decisión al respecto. Ayer insistía a este periódico en los mismos términos, pero dejaba entrever también que su continuidad en la Corporación Municipal carecerá de sentido una vez que el Tribunal de Cuentas dé carpetazo al robo de la caja al dictar sentencia en breve.
El antiguo alcalde tiene su propio calendario y quiere manejar sus tiempos. No sabe aún cuándo y cómo piensa irse del Ayuntamiento -y no lo dirá hasta que llegue el momento adecuado- pero sí admite que su ciclo no abarca mucho más allá del momento en el que se conozca la resolución del Tribunal de Cuentas. Eso sí, confía en que la sentencia exonere por completo a los dos ex regidores al reconocer que nada tuvieron que ver con la desaparición de los 7,8 millones de euros de la caja de efectivo que hasta 2009 existió en las oficinas municipales de Hacienda.
Su inclusión entre los demandados por el Ayuntamiento como responsable subsidiario del alcance detectado en las arcas municipales ha sido un durísimo varapalo para el que fuera regidor de San Fernando entre 2005 y 2011 y, como alcalde, sufriera en carne propia los momentos más delicados y convulsos del robo. Es cierto que la demanda municipal atenúa considerablemente las responsabilidades que se piden a los dos ex regidores y reconoce explícitamente que solo figuran en su calidad de ordenadores de pagos, es decir, por la responsabilidad que implica su firma en las cuentas y documentos contables. Pero para De Bernardo, demostrar su inocencia, hacer ver a todos que es ajeno a lo que ocurrió y que nada pudo hacer por evitarlo, se ha convertido en una obsesión. Y ese afán es el que le ha movido a no abandonar la política municipal todavía, una postura que muchos isleños no aciertan a comprender, sobre todo, después de que renunciara a su liderazgo en el partido y a la portavocía del grupo tras las últimas elecciones municipales.
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