El inicio del segundo campo de golf se lleverá al pleno municipal

Los ecologistas han anunciado que presentarán alegaciones para que no se lleve a cabo

E.a / Arcos

06 de septiembre 2008 - 05:01

El Ayuntamiento de Arcos llevará el próximo lunes a sesión plenaria la aprobación inicial del expediente para la construcción del segundo campo de golf, de 18 hoyos, que promueve la firma Novaterra, liderada por la familia Mora Figueroa. Estas instalaciones vendrán a ampliar el complejo turístico de Arcos Gardens con la construcción de un segundo campo de golf en el pueblo, otro campo de polo y un complejo hotelero. Su ubicación irá en la Dehesa de Aguadulce.

Esta iniciativa, que moverá alrededor de unos 80 millones de euros no lleva aparejada la construcción de viviendas. Así, el Pleno del Ayuntamiento dará con toda probabilidad el visto bueno a esta actuación urbanística ya que el PSOE cuenta con mayoría absoluta en la Corporación Municipal. Será el punto 11 del orden de día bajo el epígrafe Aprobación inicial para la instalación de equipamiento deportivo y hotelero. Se trata del primer paso formal por parte de la institución municipal para la construcción de este campo, que tiene ya la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva, que otorga la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.

Pues bien, este proyecto cuenta con el rechazo de la organización Ecologistas en Acción, que anunció ayer que presentará alegaciones al mismo porque "encubre una nueva maniobra ilegal y especulativa" y advierte que irá a los tribunales "contra los que permitan un proyecto turístico deportivo en una finca en la que existe la obligación de repoblar un bosque que fue talado ilegalmente", añade.

La confrontación se basa en que el propietario de la parcela sobre la que se plantea el complejo taló hace varias décadas 9.600 árboles para convertirla en un terreno agrícola. Fue multado y obligado a repoblarla, pero no cumplió la sanción. En 1994 la Junta ocupó la parcela con la intención de repoblarla con pinos, pero tampoco lo hizo. Los ecologistas temen que los terrenos podrían ser recalificados. Se quejan, además, de que ni la DIA ni el Plan Especial municipal que desarrolla el proyecto recoja estos antecedentes.

Si el pleno municipal da su aprobación inicial, el proyecto iniciará un camino burocrático para recibir los oportunos informes sectoriales. El siguiente paso será recibir una aprobación provisional antes de que la Comisión Provincial de Urbanismo de la Junta otorgue luz verde a las obras.

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