Elementos del patrimonio arqueológico de El Puerto que podrían ser valiosos corren el riesgo de ser destruidos por las máquinas tuneladoras si se aplica sin más el método constructivo propuesto por la empresa Gyocivil y elegido por Impulsa para la construcción de los nuevos aparcamientos subterráneos de Pozos Dulces y la Plaza de Toros.

En días pasados, arqueólogos consultados por este Diario advertían de la posibilidad de que la zona de Pozos Dulces, anexa al río Guadalete, albergue en su subsuelo los pilares del puente romano reflejado en los viejos grabados, vestigios de la zona portuaria de época romana, antiguas atarazanas o pecios petrificados en el lodo marino de la época en la que El Puerto fue base de Las Galeras Reales.

La aparición de una solería de cantos rodados como los usados de lastre por los galeones de la Carrera de Indias, puede ser la punta del iceberg de hallazgos de mayor importancia, que estarían por debajo del nivel freático actual, ya que la obra de Pozos Dulces contempla que la profundidad de los parking alcance 8 metros. Por el momento, la Delegación Provincial de Cultura ha ordenado ampliar las catas arqueológicas iniciales, tras aparecer estos primeros vestigios en la explanada de Pozos Dulces.

Sin embargo, tesoros del pasado histórico podrían perderse de forma inexorable si se utiliza un sistema que hasta la fecha no se ha usado en ningún lugar del casco urbano portuense, el topo, que se introduce debajo de tierra y va horadando el subsuelo sin posibilidad de control arqueológico alguno.

Ya en el informe del defenestrado ingeniero de Impulsa, Julián Martín Bravo, este advertía severamente de que tras consultar con el arqueólogo director de la Delegación Provincial de Cultura, le había advertido de que existía una alta probabilidad de que fuera "inadmisible" el sistema de construcción descendente (excavar hasta un primer nivel, construir una losa de hormigón y vaciar con una tuneladora todo el subsuelo), "por ser un método destructivo que no permite registro arqueológico alguno en una zona con cautelas arqueológicas, en especial como las que tiene la Plaza de Elías Ahuja". El ingeniero sólo baraja como "opción remota" para usar el topo que el 100% de las catas previas fuese negativa, lo que no sería ya aplicable en Pozos Dulces, donde el resultado de la excavación ha dado positivo. "En cualquier caso -concluye el ingeniero- este sistema constructivo exige un nuevo informe arqueológico por el que se establecerán nuevas cautelas arqueológicas". Y es que no se puede pasar por alto que los parking de Pozos Dulces y Plaza de Toros están en el perímetro de delimitación del Conjunto Histórico Artístico de El Puerto, declarado Bien de Interés Cultural.

Fue precisamente la propuesta de Gyocivil de usar su novedoso sistema constructivo, que permitía acortar tiempo de ejecución, lo que favoreció que finalmente la empresa Impulsa se decantara por elegir su proyecto.

Pero no es sólo el aspecto arqueológico el mencionado en las incidencias negativas detectadas por el ingeniero respecto al proyecto de Gyocivil. También se cita un intercambiador de autobuses que se construirá sobre el aparcamiento de Plaza de Toros. El informe advierte que "no se detalla en la sobrecarga de uso, la carga de tráfico pesado que debe considerarse al quedar el intercambiador de autobuses encima de la cubierta del aparcamiento", y se avisa que dicha sobrecarga de uso, recogida en la memoria de estructura del parking de Plaza de Toros podría "limitar el uso futuro" de la propia plaza. Lo que viene a sugerir que la losa de hormigón del techo del parking, podría tener dificultades para soportar, además de su carga habitual, el peso añadido por ejemplo de camiones de gran tonelaje que estacionen junto a la Plaza de Toros con motivo de conciertos o espectáculos que se celebren en el histórico edificio.

Pero no acaban aquí los inconvenientes. En materia de articulación vial también se enumeran algunos. De esta forma, el informe avisa que el proyecto aprobado "no mejora el acceso a la ciudad por Pozos Dulces", y que además "la cubierta de ese aparcamiento queda bajo el tráfico de la antigua N-IV", lo que indica que se extenderá al menos hasta la rotonda de Pozos Dulces. Estas modificaciones en la circulación viaria podrían llegar a ser irreversibles: "Se permite el tráfico en los dos sentidos en la calle Pozos Dulces -apunta el informe del ingeniero-, aunque la entrada a la ciudad desde Valdelagrana podría saturar el giro a la izquierda, debiendo dar la vuelta en la rotonda de Renfe. El tráfico de la antigua N-IV, desde la rotonda de Renfe a la rotonda de Pozos Dulces, queda anulado, en ese sentido de circulación, y sin solución en la oferta presentada".