No es el patio andaluz de un palacete, aunque lo parece. Es la sala que distribuye el espacio hasta las tres viviendas de los antiguos fareros que moraban en la Isla de Las Palomas. El proyecto Faros de España busca dar un uso complementario a los espacios ociosos de los faros, como los de Tarifa, que forman parte de uno de los 187 faros distribuidos por el litoral español.

La Ley de Puertos permite ya darle nuevos usos a estos edificios como alojamiento con una autorización expresa del Ministerio de Fomento o del Consejo de Ministros. De momento, se ha creado un grupo técnico de trabajo formado por representantes de autoridades portuarias y de Puertos del Estado para coordinar actuaciones y dar a conocer sus primeras conclusiones en el primer cuatrimestre de este nuevo año 2014.

La Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, a través del equipo de la Unidad de Ayuda a la Navegación, gestiona y mantiene cuatro faros en el Campo de Gibraltar, el de Torrecarbonera, el de Punta Camarinal, el de Las Palomas y el de Punta Carnero. Dormir con vistas privilegiadas al Estrecho de Gibraltar es realmente tentador, aunque un asunto todavía difícil con la Ley en la mano y por las características de cada una de las instalaciones.

El artículo 72 del Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante indica que "se pueden autorizar en los faros usos y actividades distintos de los de señalización marítima siempre que no condicionen o limiten la prestación del servicio". En el asunto entra también si el faro se ubica fuera de la zona de 100 metros medidos desde el límite interior de la ribera del mar, o de 20 metros, si los terrenos tienen la clasificación de suelo urbano, el Ministro de Fomento, previo informe de Puertos del Estado, podrá levantar la mencionada prohibición.

En la comarca, dos de los faros son torres vigías del siglo XVI y, previsiblemente, para su uso hostelero deberían aumentar su volumen con obras. Algo difícil si se tiene en cuenta que ambas están catalogadas como Bienes de Interés Cultural (BIC) desde 1985. Además, sus accesos son prácticamente impracticables en invierno.

En Algeciras, el faro de Punta Carnero tiene una vivienda en su base, sobre la que se alza una torre cilíndrica de sillería de arenisca color amarillo, que es una réplica a menor escala del faro de Chipiona. Su linterna se encuentra a 40 metros sobre el nivel del mar y a unos 20 sobre el terreno. Se encuentra en pleno Parque Natural del Estrecho, igual que el de Tarifa.

Allí además entra el Ministerio del Interior porque, en la actualidad, la isla de Las Palomas acoge instalaciones de internamiento de inmigrantes y su acceso es restringido. De hecho, un grupo de trabajo formado por el citado ministerio, Demarcación de Costas, la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, el Ayuntamiento de Tarifa, la Junta de Andalucía, representantes de empresarios, ecologistas y la Universidad de Cádiz trabajan ya en un protocolo para hacer compatible la actividad actual, la medioambiental y el uso público. De ahí que el acceso al faro más meridional de España y cualquier proyecto empresarial sobre él sea aún difícil de imaginar.

De cualquier manera, utilizar estos espacios ociosos como establecimientos hoteleros pueden suponer una oferta turística única que, en el Campo de Gibraltar, tiene aún más atractivo al suponer una oferta de habitaciones con vistas en el balcón de Europa en bienes además catalogados. Algo que irrita a los detractores de la iniciativa. "Es como si usaran la Giralda para poner un bar", valoró un farero.