Funcionarios de las prisiones andaluzas y representantes de los sindicatos se han concentrado este jueves frente a la Delegación del Gobierno de España en Andalucía para denunciar el aumento de agresiones y demandar mayor seguridad en los centros penitenciarios, así como la cobertura de las plazas vacantes.

Los trabajadores han salido a la calle tras las agresiones ocurridas en la prisión Murcia II, donde un funcionario recibió un corte en el cuello, y en Estremera, donde un interno experto en artes marciales atacó a un empleado, como ha recordado en declaraciones a los periodistas el delegado de la prisión Sevilla II (Morón), Alejandro Fernández.

Por su parte, el responsable de la CSIF Prisiones Andalucía, Miguel Ángel Rojas, ha señalado en un comunicado que "la inactividad de la Administración y la falta de personal provocan un grave riesgo" para la vida de los trabajadores de las instituciones penitenciarias.

El delegado de la prisión Sevilla I, Alejandro Caballero, ha declarado a los medios que existe un déficit estructural, ya que "a pesar de las ofertas de empleo público" no se cubren las plazas necesarias para renovar "la plantilla ya envejecida", a lo que ha sumado "un déficit en la asistencia sanitaria" que afecta de forma directa a los internos, por lo que se da "un cóctel explosivo".

El mes pasado se registraron dos agresiones en cárceles andaluzas, la primera de ellas en Cádiz, donde un interno atacó a un funcionario y tres reclusos, y la segunda en Córdoba, donde dos trabajadores requirieron de asistencia médica.

Las concentraciones, convocadas por la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), UGT y CSIF, se han celebrado simultáneamente en las Delegaciones del Gobierno de toda España, según los sindicatos.