La empresa portuguesa Zmar ha chocado contra la puerta de los bancos lusos y de las cajas de ahorro andaluzas en su recorrido para instalar un complejo de turismo ecológico en Cádiz, un negocio similar al que gestiona desde hace un año en Zambujeira do Mar, en la costa sur de Portugal. La iniciativa, presentada en enero, contempla una inversión de 30 millones para construir un camping de alta categoría, con zonas de acampada, cabañas de madera e instalaciones de spa, entre otros servicios, dirigido a un mercado familiar y de visitantes interesados en la naturaleza.

María Asenjo, representante de Zmar en España, ha confirmado que en el primer semestre se establecieron contactos con la Diputación de Cádiz y con un municipio de La Janda cuyo nombre no quiere desvelar ("hasta que se cierre la operación", argumenta). Desde entonces, se han celebrado varias reuniones entre representantes políticos gaditanos y portavoces de la empresa.

La diputada de Turismo, Irene Canca, y el alcalde del municipio jandeño elegido visitaron el complejo portugués antes del verano. "Es una filosofía que cuadra con el turismo que queremos desarrollar en la provincia, un turismo verde, vinculado al entorno", defiende Canca, que tampoco desvela el municipio. Según Zmar, que buscaba una superficie de 80 hectáreas, los terrenos están elegidos y son "perfectos" para la filosofía de la empresa.

Pero voluntad no siempre equivale a capacidad. En tiempos de restricciones, la falta de financiación se ha convertido en el mayor escollo del proyecto turístico, pese a que la empresa señaló, en primera instancia, que este aspecto estaba solucionado.

María Asenjo sostiene que la intención de Zmar es obtener el respaldo de alguna caja andaluza para una iniciativa "de economía sostenible, respetuosa con el medio ambiente y generadora de riqueza y empleo". Sin embargo, cuando se abordó a las cajas, en "mayo y junio", la negativa a financiar el proyecto fue unánime. La representante de Zmar en España admite que los bancos portugueses tampoco están en su mejor momento, aunque insiste en que el apoyo para la implantación "debe ser regional".

Pese al obstáculo, Zmar insiste en que volverá a abordar a las cajas. "La voluntad de la empresa se mantiene intacta y se ha avanzado con la ubicación. Seguimos buscando un camino para sacar el plan adelante", explica.

El nombre del complejo portugués, cuyo concepto se pretende trasladar a La Janda, es Zmar Eco Camping Resort & Spa. La empresa dirigida por Francisco de Mello-Breyner lo define como "un parque temático de naturaleza y ecología": "un concepto de bienestar familiar, diferente de los campings tradicionales, único en su ubicación, plenamente integrado en la naturaleza, equipado con todos los servicios y comodidades y con muchas actividades para el disfrute".

El complejo portugués tiene capacidad de alojamiento para más de 2.000 personas y emplea a más de 100. En 2009, cuando completó sus primeros meses de actividad, logró una ocupación media del 60%, según informó la compañía. Sus previsiones para 2010 son superar el 70% de ocupación [de sus estancias] y alcanzar las 160.000 pernoctaciones.