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Provincia de Cádiz

El sector no descarta que alguna de las almadrabas cierre temporalmente

  • La petición de los científicos del ICCAT a favor de la prohibición de la comercialización del atún rojo para asegurar su supervivencia ha generado aún más preocupación entre los productores gaditanos

El contenido del informe de los científicos de la Comisión Internacional para Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT en inglés), donde se considera que "la prohibición de la comercialización de esta especie hasta 2019 es el único medio para asegurar una reserva del atún rojo", ha sido recibido con preocupación por el sector artesanal de las almadrabas en la provincia gaditana.

La incertidumbre que se abre por la posible interrupción de esta pesquería llega en un momento donde el propio sector, junto con la Junta de Andalucía, elabora un plan de viabilidad que puede llevar al cierre temporal de alguna de las cuatro almadrabas existentes en la provincia por la falta de rentabilidad dada la baja cuota que se prevé asignar, unas 15.000 toneladas, según avanzó Diego Crespo, gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP).

Crespo explica que "esto es algo que se veía venir desde hace tiempo, porque el ICCAT no está haciendo exactamente lo que recomiendan los científicos y el principal problema de la sobreexplotación es el exceso de capacidad y de la flota industrial que se ha creado de diez años para atrás".

Este representante de las empresas almadraberas asegura que "las políticas pesqueras de todos los países han contravenido y han hecho caso omiso de las recomendaciones de los científicos que desde hace muchos años están diciendo que el atún rojo se estaba explotando al límite, y que no se podía aumentar el esfuerzo pesquero y la capacidad pesquera".

En este sentido, Crespo considera que "se ha hecho lo contrario, todos los países han aumentado desproporcionadamente la flota, el esfuerzo pesquero, la capacidad pesquera y ahora nos encontramos con el problema, un problema cuya única solución está en la reducción de la flota o desmantelarla, pero eso políticamente no se puede reconocer". "¿Cómo van a reconocer que se ha creado una flota en contra de las recomendaciones y además incentivada y subvencionada con fondos públicos?", preguntó en voz alta.

Crespo cree que "para resolver ese error ahora proponen una rebaja del Total Admisible de Capturas (TAC) que se sabe que no se va a cumplir".

Para el gerente de la OPP, "entre esas medidas implementadas están las vedas y crear unas zonas de reservas, ya que el TAC es muy difícil de controlar, pero la propuesta de los políticos es crear una veda velada para la flota artesanal, para los que hemos estado aquí toda la vida y que somos víctimas de esta situación. Quieren hacernos desaparecer para ellos no reconocer el fracaso de su política pesquera".

La cuestión a la que se enfrenta el sector artesanal de las almadrabas, es que el ICCAT debe demostrar su valía este mes de noviembre en una reunión que se celebrará en Brasil y evitar que en marzo de 2010 el atún rojo entre en la lista restrictiva del convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).

Crespo teme la inclusión del atún rojo en alguno de los anexos de la CITES al cumplirse los criterios biológicos de los científicos, lo que conllevaría la creación de periodos de vedas y la reducción de una flota industrial. Con datos en la mano, asegura que "se ha multiplicado por cuatro en varios países la cuota extractiva, entre ellos España, que entre 2000 y 2003 pasó de tener con sólo seis barcos una cuota de 440 GT (toneladas brutas) a 1.608 GT, una situación a la que se une la creación de granjas de engorde".

El sector de las almadrabas, el cebo vivo y el palangre tienen ante sí otra gran incertidumbre independientemente de lo que decida la Unión Europea en marzo en cuanto a la inclusión del atún en la CITES y que sería "un desastre", según Crespo, quien apunta que desde enero las empresas almadraberas empiezan con el montaje de los laberintos de las redes que se colocan frente a las costas de Conil, Barbate, Zahara y Tarifa, "por lo que no sabemos si cuando estemos instalando las redes nos llegará la prohibición".

En marzo también se decide el número de toneladas (TAC) de atún que pueden ser capturadas por las almadrabas, una cantidad a la baja que este año provocó que algunos ejemplares fuesen puestos en libertad al cumplirse la cuota establecida, algo inaudito hasta ahora.

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