Astilleros

El nuevo sonido del ‘Oasis of the Seas’

  • Control AV, una empresa de Florida, ha cambiado todos los televisores y los equipos de audio del crucero de Royal Caribbean reformado en Cádiz

Un operario de Control AV trabaja en el interior del 'Oasis of the Seas'.

Un operario de Control AV trabaja en el interior del 'Oasis of the Seas'. / Julio González

Alfonso Obando sonríe satisfecho mientras degusta una berza en una terraza de la calle Plocia. “He estado en todo el mundo, desde Singapur hasta Bahamas y puedo decir que ningún sitio como Cádiz. Aquí hay todo lo que hay que tener para ser líder mundial”, asegura en el castellano suave de su Colombia natal, en el que no cabe el tuteo, aunque sí anglicismos que denotan los muchos años que lleva residiendo en Florida.

Obando se refiere al sector de la reparación de cruceros y habla con conocimiento de causa. Trabaja en Control AV, una empresa estadounidense que se ha encargado de instalar todos los equipos de sonido y entretenimiento del Oasis of the Seas, el crucero de Royal Caribbean que ha sido remozado por completo en el astillero de Navantia y en el que han llegado a coincidir más de 6.000 trabajadores.

“Si me pregunta qué cargo tengo, no sé qué decirle. Simplemente que todos los chicos me obedecen”, señala con modestia entre llamada y llamada a su teléfono móvil, en el que alterna órdenes en castellano e inglés. Junto a su hijo Carlos, Alfonso Obando ha tenido a sus órdenes en Cádiz a un equipo de más de 130 personas, entre operarios, técnicos e ingenieros.

Una torre de babel en la que el inglés es la lengua de trabajo y que está formada por españoles, estadounidenses, hondureños, mexicanos, irlandeses y colombianos, la mayoría de éstos últimos reclutados en su localidad natal de Cumaral, en el Departamento del Meta, situado en el centro del país. “Mi hijo estudió en Colombia y acabó la universidad en Estados Unidos. Recomendó a sus amigos que estudiaran ingeniería y ahora tenemos 50 o 60 muchachos viajando con nosotros a Europa y Singapur”, señala.

La satisfacción de Obando no es gratuita. Una vez más, su equipo ha logrado cumplir los estrictos plazos que les impone la naviera, lo que les asegura que volverán en marzo a Cádiz para la reforma del gemelo del Oasis, el Allure of the Seas. “Si entras en un crucero, entras en todos los demás. Ellos quieren que se haga exactamente lo mismo en cada uno. Pero cuando se firma un contrato, hay que cumplir los plazos”, recalca. De lo contrario, las penalizaciones son millonarias, y lo que es peor, “no vuelven a contratar”.

El 'Oasis of the Seas', durante su estancia en el astillero de Cádiz. El 'Oasis of the Seas', durante su estancia en el astillero de Cádiz.

El 'Oasis of the Seas', durante su estancia en el astillero de Cádiz. / Julio González

Control AV se ha encargado de la instalación de todas las televisiones del buque, así como de los altavoces en las zonas comunes y los equipos de sonido de las diferentes salas de fiestas del crucero. También ha programado las pantallas del bionic bar, el pub en el que los cócteles son elaborados por una pareja de robots. El 90% de los equipos han sido adquiridos en España, y muchos de ellos han sido suministrados por la empresa valenciana Das Audio.

Todo ello en 40 días de trabajo a destajo en los que el equipo se ha alojado en el propio buque. “Trabajamos divididos en dos turnos, desde las ocho de la mañana hasta tres de la mañana, con paradas de una hora para desayunar, almorzar y cenar y descanso en los domingos”, relata. Obando no quiere entrar en polémicas al ser cuestionado por las denuncias de los sindicatos españoles sobre el incumplimiento de la normativa laboral. “Los plazos se deben cumplir, y al mismo tiempo, las medidas de seguridad son lo primero”, subraya.

Convivencia en el barco

Su equipo ha contado con cabinas para cada dos personas y servicio de lavandería y restauración. “Al principio la comida es buena, pero en los últimos días...”, dice crípticamente. Sin embargo, su empresa se ha traído un chef profesional y ha alquilado un apartamento, en el que él ha dormido noches alternas. “Cada tres días, les hemos llevado nuestra comida a los trabajadores a los comedores”, resalta. También admite que la convivencia en el barco no es fácil. “Está prohibido el alcohol y el que bebe es expulsado. Y todo está controlado por cámaras”, agrega.

La mayor parte del equipo ya se ha marchado de Cádiz, mientras que él y una veintena de trabajadores cruzarán el Atlántico a bordo del crucero para hacer los últimos retoques. “El 99% del trabajo ya está hecho. Simplemente es hacer pruebas y limpiar. Esto ya es un premio para disfrutar del viaje”, afirma el representante de Control AV, que incide en que Cádiz tiene “unas condiciones ideales”.

Una de las pantallas instaladas en el 'Oasis of the Seas'. Una de las pantallas instaladas en el 'Oasis of the Seas'.

Una de las pantallas instaladas en el 'Oasis of the Seas'. / Julio González

“Puedo encontrar cualquier herramienta que necesite en Cádiz, o si no en Jerez. Y Madrid está a un paseo de cuatro horas en tren.He ido al aeropuerto a recoger a mi gente y me ha sorprendido lo poco que se tarda”, sostiene Alfonso Obando, que incide en que el cierre temporal del astillero de Bahamas por el huracán Dorian, uno de los centros de reparaciones de cruceros en el Caribe, supone una oportunidad histórica. “Que la gente se prepare, porque todos los barcos de Bahamas se vienen para acá y Cádiz va a ser uno de los puertos más importantes del mundo. Cuídenlo”, aconseja Alfonso Obando.

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