"A uno le cogieron de brazos y piernas y le golpearon de forma brutal"

En la madrugada del sábado 20 al domingo 21, numerosos jóvenes que finalizaban una noche de fiesta en la Discoteca Ícaro, en Conil, pudieron presenciar la agresión de una decena de porteros y guardias de seguridad del local a dos jóvenes clientes. Era la hora del cierre, pasadas las seis de la mañana, cuando, después de una breve discusión, personal de la discoteca golpeó en numerosas ocasiones a los portuenses Vicente S. y Efrén V. El primero sufrió una brecha en la cabeza que requirió una sutura con 12 grapas, mientras que el segundo ha sido operado de una fractura compleja en la mandíbula provocada por una patada que recibió por parte de uno de los porteros. La denuncia ya ha sido formulada ante la Guardia Civil, que ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y ya está tomando declaración a los testigos.

Entre ellos, figuran un grupo de chicas y chicos que socorrió a Vicente S. -sus heridas eran más aparatosas por la presencia de sangre- y que avisó a las fuerzas del orden. Ayer, este medio contactó con dos de ellas, referidas en la denuncia, que corroboraron la parte principal del relato de los jóvenes: "Uno de los dos chicos salió de la discoteca con una cerveza en el bolsillo, le pararon y empezaron a hablar. No escuché lo que decían, porque estábamos enfrente, pero justo después empezaron los golpes", recordó ayer esta fuente, por teléfono. "Ellos no levantaban la mano, no hubo motivo para la agresión, los chicos no se comportaron mal", apuntó la misma fuente, que no pudo ver si usaban o no puños americanos, como han denunciado los agredidos, y que sí pudo observar el empleo de porras sin precisar si se trataba de las defensas reglamentarias de los guardias de la empresa Escualo Seguridad o de porras extensibles, prohibidas por la ley. "A uno le cogieron de brazos y piernas y le golpearon de forma brutal, con porras, en los brazos, costado y piernas. Cada vez llegaban más porteros", añadió esta testigo, que calificó los hechos de "injustos" e "inhumanos".

Otra de las testigos, que se retiró y sólo pudo ver el barullo, recordó ayer que ella y sus amigas atendieron al joven que tenía la herida en la cabeza, Vicente S, hasta la llegada de una ambulancia. "Nos quedamos impactados". "Mucha gente del pueblo lo vio y todavía se comenta, aunque la gente no está dispuesta a declarar ni a buscarse problemas", apuntó esta fuente.

En su denuncia, el abogado de los jóvenes ha solicitado que la discoteca Ícaro presente las grabaciones de la cámara de seguridad del local. La empresa, que sostiene que los porteros actuaron en defensa propia, ha informado de que la grabación estuvo disponible hasta el miércoles de la semana pasada, cuando, por un problema informático, fue imposible su descarga. Ayer, responsables de Ícaro, con aforo para más de mi personas, informaron de que el vídeo aún no se ha podido rescatar, "aunque sí una secuencia de imágenes en la que se ve que la actitud de los chicos no era pasiva". "Estamos esperando recibir un programa nuevo para intentar recuperar el vídeo", apuntaron las mismas fuentes.