"Gritos, insultos, abucheos, interrupciones por parte del público asistente y hasta riesgo de confrontación física" obligaron al alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso, a ordenar a la Policía Local el desalojo del salón de plenos y a celebrar la sesión a puerta cerrada, según informó ayer el equipo de gobierno a través de un comunicado de prensa. El Pleno se celebró, además, con la única presencia de los 15 miembros del equipo de Gobierno, de IU y PSOE. Los seis de la oposición (cuatro del PA, uno del PP y otro de Los Verdes) abandonaron la sala tras el desalojo de los miembros de Mará, que volvieron a protestar por la deuda que mantiene el Consistorio con el colectivo de ayuda a drogodependientes y presos.

En declaraciones a este periódico, Barroso anunció que pondrá los hechos en manos de la asesoría jurídica del Ayuntamiento y, "si son constitutivos de delito, actuaremos por la vía penal contra los causantes de los sucesos en el Pleno". El regidor entiende que "ayer se contravino cualquier norma de conducta democrática y se ha faltado el respeto a los representantes públicos, que no hemos podido ejercer nuestro derecho". Y apunta al presidente del colectivo y a dos personas pertenecientes a una formación política que concurrirá a las municipales como responsables del altercado.

Barroso lamentó que "en 32 años, por primera vez, haya habido que suspender un pleno, incluso con cierto riesgo de confrontación física, y hoy me he visto obligado, tras consultar previamente con la Policía Local, a celebrarlo a puerta cerrada". Y aseguró que "de nuevo, se le cedió la palabra a los miembros de Mará, a los que se escuchó respetuosamente y, sin embargo, a los representantes públicos no nos dejaron ejercer nuestro derecho democrático".

"Tras las reiteradas interrupciones, -prosigue el relato del equipo de gobierno- el alcalde suspendió temporalmente el pleno citando en Alcaldía a los portavoces de los distintos grupos políticos. Tras una pausa de 30 minutos y ante la presencia de buena parte del público, esperando a las puertas del Ayuntamiento para entrar de nuevo cuando se retomara la sesión, Barroso, decide celebrar el pleno a puerta cerrada, lo que no comparten los grupos de la oposición. El pleno se celebra finalmente con la presencia de los concejales de IU Y PSOE, quedando sobre la mesa las mociones incluidas en el Orden del Día y presentadas por la oposición".

Por su parte, la portavoz del grupo municipal del PA, Maribel Peinado, lamentó los hechos y recriminó la decisión "compartida" por Barroso y la portavoz socialista, Ana Mosquera, de celebrar el pleno a puerta cerrada. Según Peinado, tras la primera interrupción de la sesión como consecuencia de las intervenciones del colectivo de Mará, "Barroso nos dijo que iba a celebrar el pleno a puerta cerrada y nosotros dijimos que no. Nos negamos porque había gente en el público que no tenía nada que ver con los altercados y quería entrar a participar, incluso gente que acudía por primera vez". Es más, según Peinado, "hicimos la propuesta al alcalde de celebrar el pleno otro día y él y Mosquera dijeron que no, que volvería a pasar lo mismo".

Los Verdes entienden que el cierre del pleno a la ciudadanía fue "selectivo, porque exclusivamente se permitió la entrada a la prensa, dejando a la ciudadana fuera". Y matizan que "la oposición solicitó que el pleno se reanudara permitiendo la entrada del público, ya que transcurrido un tiempo desde la suspensión del pleno, la situación se tranquilizó, pero el alcalde no atendió a razones".

La formación política, con un solo representante en el pleno, cree que el regidor "aprovechó la coyuntura para celebrar el pleno como a él le gustaría que fueran todos: sin oposición política ni presencia de la ciudadanía".