Provincia de Cádiz

El pueblo acoge con emoción la biografía del ilustre obispo e hijo predilecto Bellido Caro

  • Andrés Luis Cañada presenta en San Francisco el libro 'Dejadme ser obispo a mi manera'

La localidad de Arcos ha acogido con satisfacción la biografía del que fuera obispo de Jerez e Hijo Predilecto de Arcos, Rafael Bellido Caro. Se trata de una obra escrita por Andrés Luis Cañada.

La iglesia de San Francisco, en Arcos, fue el escenario escogido la noche del pasado sábado para la presentación del libro 'Dejadme ser obispo a mi manera', una semblanza de la figura del primer obispo de la Diócesis Asidonia - Jerez, cuando se cumple ahora el quinto aniversario de su irreparable desaparición.

La obra está escrita por el que fuera durante unos años director de la cadena COPE, en Jerez, Andrés Luis Cañada, quien a través de estas páginas hace un recorrido de la vida de este insigne hijo de Arcos, que nació en esta población en 1924, y fue uno de los fundadores de la Hermandad de las Tres Caídas.

El título de esta obra, que previamente se ha presentado también en Jerez con gran expectación, se relaciona con una frase que pronunció Bellido Caro en la homilía cuando fue ordenado obispo. El propio autor de la obra reconoce en la figura de Bellido Caro que es "un hombre cercano, comprometido con su tierra, que supo estar a la altura de las circunstancias con el tiempo que le tocó vivir", declaró.

Además, este recorrido por la trayectoria religiosa y humana de este ilustre personaje supone también "un valor añadido", en palabras de Cañada, ya que a través de estas páginas se vislumbran acontecimientos de 25 años de la vida de la Diócesis de Jerez.

A la presentación del volumen acudió el sábado una amplia representación de miembros de la vida cofrade y religiosa de Arcos, así como representantes del gobierno local, encabezados por la alcaldesa, Josefa Caro (PSOE).

El arcense ilustre Rafael Bellido Caro falleció hace cinco años en la capital andaluza fruto de una enfermedad. Todo el pueblo de Arcos se conmovió entonces de la irreparable pérdida de este hijo de la localidad.

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