El 1 de marzo de marzo de 1973, hace hoy 50 años, quedó finalizada en su totalidad la autopista de peaje Sevilla-Cádiz. La inauguración oficial del último tramo tuvo lugar a las once y cuarto de la mañana y, en el enlace de Dos Hermanas, el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Fernández de la Mora, al que acompañaban el director general de Carreteras, el ministro de Obras y Servicios Públicos de Argentina, Pedro Gordillo, y otras altas personalidades, inauguró oficialmente la autopista Sevilla-Cádiz.

Posteriormente, Fernández de la Mora recorrió toda vía, visitando luego el puente ‘José León de Carranza’. Antes habían sido recibidos en el aeropuerto de San Pablo por las autoridades sevillanas, así como el presidente del Consejo de Administración de ‘Bética de Autopista’, Fausto Blasco y directivos de ‘Dragados y Construcciones’.

“La autopista de peaje Sevilla-Cádiz, aprobada por Decreto en Consejo de Ministros celebrado el 4 de julio de 1969, tiene un presupuesto del orden de 6.000 millones de pesetas (capital netamente español); acercará la ciudad de la Giralda al mar. Absorberá en su construcción mano de obra calculada en miles de hombres, que duplicará la riqueza de la Baja Andalucía en términos incalculables”, destacaba en este periódico Julio Puerto del Cerro, director de la empresa concesionaria Bética de Autopista, S.A., en 1969.

A comienzos de 1970, la Octava Jefatura Regional de Carreteras, sección de Construcción, acordó que se ocuparan los terrenos ya expropiados de treinta y nueve fincas, en el término municipal de Jerez de la Frontera, para que se iniciaran las obras de ejecución de los tramos de dicha carretera. El trazado primitivo se ha corregido en algunos puntos, para no perjudicar la rentabilidad de las fincas afectadas por las expropiaciones. La adjudicataria de las obras fue la sociedad ‘Bética de Autopistas’. En mayo de ese año se iniciaban las obras de la que fue la vía más importante, larga y moderna de España. En apenas 18 meses, en noviembre de 1971, entraron en funcionamiento los primeros 70 kilómetros de autopista de peaje.

La realización de la autopista era una vieja aspiración de las autoridades gaditanas de la época encabezadas por el alcalde de Cádiz, José León de Carranza. Se trataba de conectar la Bahía con Sevilla y Madrid, y favorecer el desarrollo de los Astilleros de Puerto Real y el resto de la provincia.

Los accesos a la nueva carretera fueron por Dos Hermanas, Los Palacios, Las Cabezas de San Juan, Jerez por Arcos, Medina y Puerto Real. Las primeras tarifas aplicables al tráfico por kilómetro recorrido fueron las siguientes: motocicletas, 0,60 pesetas; turismos de 900 cc, 0’85; turismos de más de 1.000 cc. 1,10; camiones de 2 ejes, 2, y de 3, 2,50 pesetas.

La autopista constaba para su construcción de cinco tramos: desde Dos Hermanas hasta el kilómetro 30; hasta el kilómetro 60; el tercero hasta el 65; el cuarto llegaba hasta El Torno, en el kilómetro 80, y el último unía el enlace en Puerto Real con la carretera Madrid-Cádiz y puente Carranza.

Estación de peaje del recorrido ubicada en el enlace Jerez-Sur.

Para el movimiento de tierras se llevó a cabo un total de 5.500 metros cúbicos de desmonte, 7.000 de terraplén y 2.500 metros cúbicos de suelo seleccionado. Por su parte, los sistemas que se emplearon hace 50 años para la construcción fueron realmente modernos: 17 grupos electrógenos, 15 compresores, 30 tractores, 15 cargadores, 21 moto niveladoras, 14 moto traíllas, 53 camiones, dos plantas de hormigón, 13 retroexcavadoras, 33 compactadoras y otra maquinaria auxiliar y complementaria. Todas las vigas, cabeceras y pilotes fueron construidos en la fábrica de la empresa de prefabricados en Huelva y transportados por ferrocarril a dos estaciones clave: El Portal y Las Alcantarillas, desde donde en grandes trailers eran llevados a pie de obra. Para el montaje de estos pilotes se emplearon seis grúas de 100 toneladas de capacidad.

En las oficinas de El Torno trabajaron 12 ingenieros, unos 40 mandos intermedios y más de 1.300 obreros de ellos un 80 por ciento especialistas duplicando estas cifras con los operarios y técnicos de las oficinas en Las Cabezas de San Juan, aproximadamente 24 ingenieros y unos 2.500 operarios.

“Consta de dos carriles en cada sentido, un ancho de calzada de siete metros y medio, un ancho de plataforma de 12 metros y una mediana que divide ambas direcciones dobles de cinco metros ajardinados. Se podrá alcanzar una velocidad de 120 kilómetros por hora, ya que la pendiente máxima es de 2,5 por ciento. No toda la calzada será igual. Una parte llevará losas de hormigón (color blanco) y los arcenes en negro, y en otros tramos llevarán aglomerado asfáltico (color negro) y los arcenes tratados con una materia blanquecina para el contraste. Corresponde a la dirección de Cádiz la construcción de 52 kilómetros y 39 a la de Sevilla. Ha sido necesario la construcción de numerosos pasos altos y bajos que comunican distintas fincas y zonas y dejan vía libre a la circulación en la autopista”, detallaba un redactor de Diario de Cádiz en 1971.

También llevaba abundancia de zona ajardinadas, no sólo en la mediana, sino también en los taludes. Para ello un ingeniero agrónomo trabajó en diversas pruebas adecuadas a cada terreno. Los laterales iban con setos de plantas uñas de león, así como en la parte superior unas alambradas para evitar el paso de animales.

A su vez, el recorrido disponía de un moderno sistema de drenaje para canalizar las aguas de lluvia.