16 años al joven que apuñaló 19 veces a su ex novia y la dejó en silla de ruedas
La sentencia condena al procesado por tentativa de asesinato, amenazas e injurias · La fiscal pidió 28 años de prisión · El tribunal rechaza aplicar la atenuante de alteración mental que reclamó la defensa
La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 16 años de prisión a Manuel Adán Balboa, nacido en 1986, quien propinó 19 puñaladas a su ex novia en Jerez la mañana del 31 de mayo de 2007. La sentencia considera que intentó asesinarla y también que cometió un delito de amenazas y otro de injurias. La víctima acababa de cumplir 17 años cuando se produjo la agresión. Le han quedado secuelas permanentes y tiene reconocido un 92% de minusvalía. La fiscal pidió en el juicio 28 años de prisión, cinco más que en su calificación inicial. La acusación particular solicitaba una pena aún mas elevada.
La sentencia de la Sección Tercera, de la que ha sido ponente el magistrado Miguel Ángel Ruiz Lazaga, aplica la agravante de parentesco e impone 14 años de prisión por tentativa de asesinato, un año y 6 meses por amenazas y 6 meses y un día por injurias graves; cada una de esas penas lleva aparejada otra de alejamiento y entre las tres suman 17 años y medio en los que el procesado tendrá prohibido acercarse a menos de 400 metros de la víctima y comunicar con ella.
El acusado, detenido el mismo día de la agresión, permanece en prisión preventiva. Es probable que presente un recurso ante el Tribunal Supremo contra la sentencia de la Audiencia. Su abogado defensor aceptó en el juicio una tentativa de homicidio y solicitó que fuese condenado a 6 años de prisión. Pidió también al tribunal que aplicase una atenuante por trastorno de personalidad esquizoide y porque, dijo, sufrió un episodio psicótico cuando apuñaló a su ex novia.
El joven admitió en el juicio, celebrado en Cádiz el pasado 18 de octubre, que apuñaló a su ex novia pero dijo que perdió la cabeza, que cuando se dio cuenta, "ya estaba todo hecho".
La agresión se produjo en la calle, cuando la joven se dirigía hacia el colegio. El joven la esperaba en un coche en el que había viajado a Jerez desde Úbeda, en Jaén, donde residía. Tras apuñalar a su ex novia, que había cortado con él meses antes, se subió al automóvil y condujo hasta Úbeda, donde se cambió de ropa y dejó el coche en un olivar. Luego se entregó a la Guardia Civil.
La fiscal solicitaba en principio una atenuante de confesión pero en el juicio la retiró. Dijo que ese gesto del procesado carecía de valor porque sabía se sobra que iba a ser detenido, que lo identificarían numerosos testigos de la agresión.
La chica explicó en el juicio que decidió dejar a su novio porque él se enfadaba mucho, no la dejaba ir a ningún lado, la insultaba y una vez le pegó. Contó que él reaccionó con amenazas constantes. Con muchísimas amenazas. Cuando vio que ella no quería volver a salir con él, le dijo que iba a comprar una pistola y matar a toda su familia delante de ella y a ella la última. Se lo contó a sus padres y pusieron dos denuncias.
Los forenses dijeron que sólo el azar impidió que la joven no muriese en el ataque.
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