La amenaza de huelga en la hostelería ensombrece el verano en Cádiz

Antonio de María, presidente de Horeca, considera que el paro empañaría una campaña que se presenta “potente y pujante en la provincia”

"El turismo huye de los lugares donde hay conflictividad”, advierte

Los turistas están locos por Cádiz: le dan la mejor nota de Andalucía y es donde más dinero gastan

Turistas tomando el sol en la piscina de un hotel de Chiclana.
Turistas tomando el sol en la piscina de un hotel de Chiclana.

El sector turístico, una de las patas fundamentales de la economía de la provincia, afronta con incertidumbre el próximo verano. Los nubarrones en el horizonte los dibuja la amenaza de una huelga sectorial convocada por los sindicatos que podría empañar una campaña estival que, en palabras de Antonio de María, presidente de Horeca Cádiz, se perfilaba “potente y pujante”.

A pesar de que aún no hay cifras consolidadas ni reservas cerradas para muchos negocios, el presidente de la patronal hostelera se muestra optimista: “El consumo no ha decaído. A pesar de los avatares económicos, la gente sigue apostando por las vacaciones como algo imprescindible”.

Sin embargo, ese horizonte de crecimiento y estabilidad del que disfruta Cádiz puede verse amenazado por un conflicto laboral de fondo. Los sindicatos del sector han mostrado su disconformidad con la última propuesta salarial presentada por la patronal, a pesar de que esta incluye un incremento del 4,5% anual durante cuatro años, una oferta que, según De María, “no ha concedido ninguna otra patronal en toda España”.

“El turismo huye de los lugares donde hay conflictividad”, advierte. No es solo una frase lanzada al aire; es una realidad conocida y temida por quienes viven de los forasteros. La simple posibilidad de que se convoque una huelga en pleno verano “podría hacer tambalear las reservas de última hora, espantar a los turistas nacionales y generar un efecto dominó que afectaría no solo a hoteles y restaurantes, sino a toda la cadena económica ligada al turismo”, comenta.

La provincia de Cádiz cuenta con más de 50.000 plazas hoteleras actualmente, una infraestructura que ha crecido exponencialmente desde los años 80, cuando apenas superaban las 8.000. “Cada hotel, cada establecimiento hostelero, arrastra consigo una compleja red de proveedores de alimentos, bebidas, limpieza, lavandería, transporte o actividades culturales y de ocio. Si la huelga llega a materializarse, el daño no será solo de imagen: será también estructural”, indica De María, quien insiste en que “una huelga de hostelería afecta a todo el sector”. “Otra cosa es el seguimiento que tenga”. Aunque no todos los bares o restaurantes están sindicados —especialmente los negocios familiares más pequeños—, el impacto sería especialmente sensible en los hoteles, donde se concentran la mayoría de trabajadores y clientes internacionales.

La provincia no tiene una tradición de huelgas en la hostelería. De María recuerda solo dos intentos en sus 37 años como presidente de Horeca, ambos con escaso seguimiento y hace décadas. “En algunos bares se metían hasta los mismos piquetes a tomar café”, ironiza. Aun así, reconoce que el panorama actual es distinto. “Hay amagos, amenazas... Pero todavía no hay una fecha concreta. Dependerá de los sindicatos”, apunta.

Al margen de esta posibilidad, una realidad fácilmente constatable es que el turismo en Cádiz vive un momento de expansión. La construcción de nuevos hoteles por todas las comarcas continúa, especialmente en zonas como el Novo Sancti Petri, donde en estas últimas décadas se han levantado más de una docena de establecimientos de gran capacidad. “Solo en esa zona estamos hablando de hoteles de 600 plazas cada uno. Lo que eso ha supuesto para el sector de la construcción es impresionante”, señala el presidente de Horeca.

Antonio de María, en una imagen de archivo.
Antonio de María, en una imagen de archivo.

Pero no solo es el ladrillo lo que se mueve. La hostelería dinamiza decenas de sectores auxiliares. Cada euro que entra en la caja de un restaurante o un hotel se reparte en mil direcciones: “Del total de la factura, al empresario le queda entre un 8 y un 12%. El resto se va en Hacienda, Seguridad Social, alquileres, luz, sueldos, mercadería… somos unos administradores”, explica De María con cierta sorna.

Ese efecto multiplicador convierte al turismo en un motor estratégico para la economía provincial. La llegada de nuevos inversores, la mejora de las infraestructuras hoteleras y la diversificación de la oferta (desde hoteles de lujo a pensiones y apartamentos turísticos) confirman que la apuesta por Cádiz sigue firme.

Además, a la oferta de sol y playa más clásica, se han sumado en los últimos años festivales tan potentes como Concert Music Festival, Cabaret Festival, Cádiz Music Stadium, el Bahía Sound o el Puro Latino, que, con el tiempo, van dejando un sedimento que se asienta en la economía del territorio y la enriquece. La cultura y la gastronomía también atrae turismo, y en eso Cádiz va sobrada.

Cádiz, un destino “democrático” que acoge perfiles de todas clases

Una de las fortalezas de Cádiz como destino es su capacidad para adaptarse a distintos perfiles de turistas. “Hay familias que se cogen cuatro fines de semana de agosto, otros una sola semana a lo grande, y otros aprovechan escapadas esporádicas”, describe Antonio de María. La conectividad y las ofertas de transporte —como los abonos gratuitos de Renfe en trenes regionales— han facilitado que incluso quienes no pueden permitirse largas vacaciones puedan disfrutar de días de descanso.

Esta accesibilidad convierte a Cádiz en un destino “democrático”, dice el presidente de Horeca, donde caben tanto quienes buscan experiencias exclusivas como aquellos que viajan con presupuesto ajustado. “Hay menús asequibles, hostales económicos, y sobre todo mucha hospitalidad”, recuerda.

Pero esa misma pluralidad podría volverse en contra si no se cuidan las condiciones básicas. Una huelga prolongada dejaría sin servicio a muchos de esos visitantes que, por naturaleza, no planifican con mucha antelación. “Y el boca a boca negativo, en plena temporada alta, puede ser devastador para el sector. Por eso esperamos que se pueda llegar a un acuerdo”, finaliza.

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