El fiscal solicita una pena de tres años y medio de prisión para el hombre acusado de provocar un accidente de tráfico en octubre de 2008 en la carretera N-340 -a la altura del término de Vejer- en el que se vieron involucradas seis personas, entre ellas la cantante Ana Torroja y la actriz y modelo gaditana Esther Arroyo.

A raíz del choque producido entre la furgoneta que conducía el acusado, O.J.P., y el monovolumen donde viajaban las artistas con sus respectivas parejas y dos amigos más, falleció U.D.A.R. debido a las "gravísimas heridas sufridas", apunta el fiscal en su escrito de calificación provisional.

El Ministerio Público solicita, por tanto, cárcel para O.J.P., al que le imputa seis delitos: uno de homicidio por imprudencia grave y cinco de lesiones por imprudencia grave.

Si finalmente ingresa o no en prisión dependerá de lo que decida el magistrado una vez que se celebre el juicio, que tendrá lugar el próximo viernes, 16 de mayo, en el Penal número 2 de la capital gaditana.

Bien es cierto que esta vista se ha dilatado bastante en el tiempo desde que ocurriera el accidente en octubre de 2008 por la propia complejidad del procedimiento: en primer lugar, se han sucedido varias incidencias procesales que afectaban a los perjudicados; además, ha sido necesario esperar a que las secuelas físicas de los implicados curasen, lo que en algunos casos ha supuesto casi dos años de rehabilitación; a todo esto hay que sumar los trámites judiciales implícitos en cualquier juicio.

En la vista oral del día 16 no sólo el fiscal formula escrito de acusación. Según ha podido este periódico, también se persona como acusación particular Esther Arroyo, que será representada por el abogado Enrique Molina Benito, quien ha rehusado hacer declaraciones a los medios.

Las calificaciones previas del fiscal recogen que el día 10 de octubre de 2008, sobre las 9:20 horas, el acusado O.J.P. circulaba con la furgoneta de su empresa, modelo Ford Transit, por la N-340 -sentido Tarifa- cuando en el punto kilométrico 44,6 perdió el control del vehículo "por desatender las incidencias del tráfico y mantener una velocidad excesiva para las condiciones de la vía, que se trataba de un tramo curvo a la izquierda, ligeramente descendente". Señala también el fiscal que "la calzada estaba mojada por la lluvia" y "soplaba viento de levante".

Todas estas circunstancias provocaron que el conductor invadiese el arcén y "para evitar salirse por el margen derecho realizó un brusco giro a la izquierda sin percatarse de que por el carril contrario circulaba otro vehículo, desplazándose la furgoneta conducida por el acusado lateralmente hacia el carril izquierdo", donde colisionó violentamente contra el turismo Chrysler Gran Voyager en el que viajaban Arroyo, Torroja, sus respectivas parejas y otros dos amigos de las artistas.

Como consecuencia de esta fuerte colisión falleció pocas horas más tarde, a las 15:00, un amigo personal de la cantante, U.D.A.R., que fue trasladado al Hospital Universitario de Puerto Real sin que el personal sanitario pudiera salvar su vida.

El resto de ocupantes del Chrysler Gran Voyager presentaron graves lesiones, según recoge el Ministerio Público en sus calificaciones previas. Así, Esther Arroyo sufrió politraumatismo con fractura abierta (grado II) en la tibia derecha y diversas fracturas en el fémur. Por ello precisó cuatro operaciones quirúrgicas, rehabilitación y tratamiento psicológico. Tardó en curar 543 días, de los que 432 estuvo impedida para sus ocupaciones y 35 hospitalizada. Actualmente presenta varias secuelas, desde estrés postraumáticos hasta artrosis global en la rodilla derecha así como perjuicios estéticos importantes por cicatrices quirúrgicas, hundimiento cutáneo y óseo y leve cojera, "suponiendo todo ello una incapacidad permanente para todas las labores o profesiones que requieran cierta demanda física".

Ana Torroja, por su parte, sufrió politraumatismo, esguince cervical severo y fractura costal, para lo que requirió tratamiento de hospitalización durante 13 días, inmovilización ortopédica, corsetización y abordaje psicológico. Tardó en curar 365 días durante los que estuvo impedida para sus ocupaciones. Hoy le queda un cuadro clínico cervical por inestabilidad ligamentosa importante, lumbalgia residual, hombro izquierdo doloroso y limitación de la movilidad global del mismo en un 25%, perjuicio estético ligero y estrés postraumático.

Este accidente de tráfico también causó numerosas fracturas (fémur, rótula y cúbito) al conductor del monovolumen, que tuvo que ser hospitalizado durante 16 días. Precisó de 400 días para su curación, los cuales estuvo impedido para sus ocupaciones habituales. Entre otras secuelas, ha sufrido un ligero acortamiento de la extremidad inferior derecha y ha perdido los últimos grados de la flexión de la rodilla de esa misma pierna.

Los otros dos accidentados tardaron en recuperarse 365 y 388 días, respectivamente. Uno de ellos padece aún secuelas funcionales digestivas porque sufrió un estallido en varias asas intestinales; y el otro presenta traumatismo facial y un deterioro de las funciones cerebrales superiores integradas, entre otras consecuencias, teniendo la incapacidad permanente total para su profesión habitual.