Telefónica abre a visitas el búnker de cables submarinos de Conil

La iniciativa quiere ser una nueva línea turística dedicada al conocimiento tecnológico

El centro de supervisión de cables submarinos desde el que se controlan todos los sistemas de comunicaciones.
El centro de supervisión de cables submarinos desde el que se controlan todos los sistemas de comunicaciones.
José María Ruiz Conil

14 de julio 2015 - 05:01

Son pocos los habitantes de Conil que han podido atravesar la cancela de entrada a la estación de cables submarinos de Telefónica, que esconden en su interior uno de los nodos de comunicaciones más importantes del país.

Han sido contadas las ocasiones, que los medios de comunicación y personal externo a la compañía de telecomunicaciones han accedido al búnker situado a unos 20 metros de profundidad, y al que se pasa atravesando dos grandes puertas blindadas de unos 20 centímetros de espesor y con apertura identificativa del operador de Telefónica.

En esa sala están los terminales de fibra óptica que comunican España con Canarias, África y América, unas instalaciones dotadas con medidas para afrontar amenazas nucleares, biológicas y químicas, que fue construido a finales de la década de los años 60 del siglo pasado.

Todos los equipos y las comunicaciones que transportan son supervisados desde un centro de operaciones donde en ocho grandes pantallas se visualizan los diferentes canales de comunicación, y se está pendiente de cualquier incidencia para que sea resuelta de inmediato. Tanto es así, que todos los equipos están por duplicado, para que en caso de fallar el principal, entre de forma automatizada el equipo de reserva para que no se detengan todas las comunicaciones.

En esta estación se supervisan el funcionamiento de todas las conexiones a través de cables submarinos con los que cuentan la compañía en nuestro país. En Conil se amarran tres: el Pecan-6 y el Pecan-8, que unen Península y Canarias, y el Columbus III, que va desde Florida, en Estados Unidos, a Lisboa e Italia.

Durante las visitas programadas para los días 22, 23, 29 y 30 de julio, además del 5 y 6 de agosto, a las 20:00, 21:00, 22:00 y 23 horas, en los que podrá participar una decena de inscritos, se mostrará cómo es un cable submarino, así como las características sus técnicas, grosor, revestimiento, tiempo de vida útil e instalación. Además se recorrerán las distintas salas ubicadas en el edificio, especialmente las de transmisión y supervisión, para conocer de primera mano los equipos que se utilizan para el funcionamiento de estos cables y cómo los técnicos especializados de Telefónica realizan su labor.

Para poderse inscribir en esta iniciativa, las personas interesadas deben acudir a la oficina del Patronato Municipal de Turismo, situadas en la calle Carretera, o por el teléfono 956440501, entre las 8:30 y 14:00 horas por las mañanas, o de 18:00 a 21:00 horas por la tarde. Una vez confirmada la reserva, los integrantes de los distintos turnos deberán están uno 20 minutos antes de la ruta en la entrada de esta instalaciones situadas en dirección hacia la Fuente del Gallo y junto al campo de fútbol de Los Burreños.

Durante la visita de ayer, la directora del Territorio Sur de Telefónica España, María Jesús Almazor, destacó la complejidad de la labor que se desarrolla en estas instalaciones, ya que es un punto de control y supervisión de comunicaciones a través de cables subterráneos.

Sobre la apertura al público del edificio, dijo que "esto va a permitir a la gente poder disfrutar de lo que tiene cerca de donde vive, y también para el turista que pasa y que no se imagina que aquí dentro existe este centro de supervisión y de mantenimiento tan importante". Almazor agradeció la colaboración del Ayuntamiento de para que estas visitas se realicen, "algo que es histórico y que no habíamos hecho antes, y que creo que va a ser muy agradecido por los ciudadanos".

Por su parte, el alcalde de Conil, Juan Manuel Bermúdez, agradeció a Telefónica su disposición a mostrar el edificio y sus instalaciones "que en Conil siempre ha generado mucha curiosidad, ya que se sabía que a pesar de su aspecto externo, como una pequeña casa, en el nivel subterráneo almacenaba una gran complejidad tecnológica".

Con estas visitas, dijo Bermúdez, "podremos dar respuesta a esa curiosidad de tantas personas, y además ofreceremos una imagen ante el visitante de gran capacidad tecnológica".

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