"Bienvenidos, amigos". El músico jerezano Manuel Alejandro ofreció este sábado 2 de abril en el Teatro Real un concierto en solitario, por primera vez, a sus 90 años, arropado por su familia y por un público entusiasmado, entregado, emocionado. Una cita a la que acudieron además otros artistas como David Bisbal, Pastora Soler, José Mercé, Miguel Poveda, Víctor Manuel, Rocío Carrasco, Mariola Cantarero y La Bien Querida, entre otros muchos. El Ayuntamiento de Jerez también estuvo representado en la figura del delegado de Cultura, Francisco Camas.
Manuel Alejandro salió al escenario acompañado por una de sus hijas. Antes de sentarse al piano advirtió que en esta cuarta juventud en la que se encuentra, "y antes de que se gripe más, hoy quería estar aquí con vosotros. A ver si los nervios me dejan porque esto que voy a hacer es una osadía, un atraco haberles convocado aquí", dijo con ese gran sentido del humor que siempre ha derrochado.
Y lo decía porque es un músico que ha tocado el piano muchas veces acompañando a artistas como Raphael, pero así, a solas, consigo mismo, nunca. Bueno, casi, sólo en el Teatro de la Maestranza hace unas semanas cuando le dieron el reconocimiento de Hijo Predilecto de Andalucía.
Curiosamente, subirse a un escenario para interpretar con el piano sus propias canciones fue algo que "iba a hacer con Armando Manzanero en Méjico en marzo de 2020 en el Teatro de la Sociedad de Autores. Se trataba de ponernos los dos frente a frente y tocar cada uno nuestro piano, pero el covid se llevó también a Armando y no pudimos hacerlo", contó el músico en una entrevista días atrás con este medio. Es más, admite que "después de aquello recibí muchas llamadas de empresarios de Méjico y Santo Domingo para hacer un concierto como el del sábado, pero no pudo ser. Por eso también acepté esta propuesta porque ya me queda poco tiempo, por ley de vida, y creo que era el momento".
Con seis décadas de éxitos a sus espaldas, su deseo para celebrar este noventa cumpleaños se ha visto cumplido de manera excepcional con esta producción especial, que se venía fraguando entre el Maestro Manuel Alejandro y 16 Escalones, con Manu Sánchez al frente. Una gran ocasión que acercó la cultura, desde Andalucía al mundo. Una cita histórica, un acontecimiento excepcional, donde el genio de la música puso voz y piano a sus afamados temas encima de un escenario, en un concierto único, en el templo reservado a los más grandes: el Teatro Real de Madrid. Bajo el título Te voy a contar mi vida, este concierto hizo así justicia a una de las carreras artísticas más prolíficas de nuestro país.
Manuel Alejandro hizo un recorrido por su dilatada carrera, a pesar de los inconvenientes físicos de los últimos días en el brazo izquierdo, que no le achantaron ante sus seguidores. Se quejaba de esa infiltración que no le había servido de nada y de su mala memoria para algunas de las canciones. Pero lo hizo. Porque esas canciones que un día creó, tenían siempre un motivo: le hacían vibrar. "Lo que voy a contar hoy puede ser la vida de cualquiera de vosotros. Les voy a contar mi vida. Vamos", se animaba para subrayar después que sus canciones, "siempre han sido de amor". Y habló de su primer amor, Conchita, en Jerez, "que se marchó a las aguas termales con su madre y volvió casada. Así que esas canciones, más que de amor, fueron trágicas", reía.
"Pero si el corazón no tiene amores, se buscan los motivos más peregrinos para escribir". Y recordó 'Así nacemos'. "Le estaba componiendo a Julio Iglesias, y me enteré de que su padre era ginecólogo. Y así nació esta canción".
Seguía su corazón dormido, solo, en tierra de secano. "Y como Julio se marchaba al otro lado del Atlántico le escribí 'Vuela amigo, vuela alto'.
Y continuaba dormido, pero ya inquieto. Buscaba el amor. "Y se me ocurrió escribirle a una chica mejicana, por esa rebeldía suya y mía. 'Soy rebelde'. La canción de protesta más amable que nunca se ha escrito".
Y habló mucho, relajado, se podría decir que viviendo momentos de cierta felicidad, después del duro golpe del fallecimiento de su mujer por covid el pasado año. Respaldado por el público en todo momento, continuó.
Y llegó el amor. Y para sacar algo de dinero cuenta que compuso sus mejores éxitos. "Y los cantantes sabían que esas canciones eran un éxito, porque ellos las podían cantar bien, yo lo hacía muy mal", reía. Recordó entonces 'Amar y querer', que con triunfo cantó José José.
Y apareció el amor. A sus 20 años. "Apasionado, enorme. Nos volvimos locos, sobre todo, yo". 'Voy a perder la cabeza por tu amor'.
Un amor que fue perdiendo altura. "Y me pregunté por qué. Nació entonces 'Frente a frente'.
Quería Manuel Alejandro agradecer los aplausos. "Pero para levantarme voy a necesitar una grúa", bromeó.
Euforia con 'Se nos rompió el amor'. "Y es que todas estas canciones las cantaban voces tan privilegiadas que por eso lo cuento".
Y es entonces, cuando tocaba cantar 'Te propongo separarnos'.
Y dijo que hubiera sido un gran orador, aunque lo es. A veces recitaba, más que cantaba, contrariado en ocasiones por un extraño ruido en el escenario que no le dejaba escuchar el piano. Pero seguía entregado.
Y la vida, sin buscarlo, "te lleva entonces de la mano a ese amanecer esplendoroso de nuevo. El que no se apaga nunca". Y tocó la primera canción que lanzó al cantante Raphael. "Juntos abrimos modas y costumbres. Él no es un cantante, es una cosa excepcional". Y deleitó con 'Yo soy aquél'. Le siguió 'Te estoy queriendo tanto'.
Y le tocó a 'Que no se rompa la noche'. "Que escribí para Julio (Iglesias), que siempre estaba moreno. Y la gente pensaba que era un macho alfa. Pero ya os digo yo que nada de nada", bromeó.
El paso de los años, los celos, 'Cuando vayas conmigo'... "Esas separaciones que te hacen escribir 'Si a veces hablo de ti'".
Y volvió a recitar, y entre los versos, "sólo para amarte necesito la vida" de 'Voy a llenarte toda' o 'Lo siento mi amor'. "Pero uno se da cuenta de que ya no puede vivir sin la otra persona y le canta 'Procuro olvidarte', Y recita "yo te amo tanto...".
Este Hijo Predilecto de Jerez, de Andalucía, de Cádiz..., también lo fue este sábado de Madrid y del corazón de cualquier persona que ame la música bien hecha. Recibió además la gran sorpresa de recoger de manos del cantante y compositor mejicano Roberto Cantoral y de Martín Urieta Solano el Premio Gran Maestro 2022 de la Sociedad de Autores y Compositores de México.
Para cerrar, Manuel Alejandro se despidió con 'Háblame del mar, marinero'. Y dijo al público: "la próxima vez les cito en casa, en mi estudio, con una copa de jerez. Porque de esa tierra, de sus cantes flamencos que escuchaba bajo mi ventana... De ahí viene todo. Gracias, gracias, gracias a todos".
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