Las marchas procesionales de la Banda Municipal se encadenaron en la plaza de San José. El Patrón La Isla volvía a salir a la calle en la festiva jornada del 1 de Mayo. Y lo hacía con una conquista bajo el brazo. Su participación en la procesión del Corpus, dentro de mes y medio, cuya recuperación ha sido recientemente aprobada por el Arciprestazgo. Y sobre su nuevo paso, una obra -realizada en los talleres sevillanos de Antonio Ibáñez- que ayer sólo se pudo ver en su fase de carpintería pero que pronto, a buen seguro, dará buenos resultados para una hermandad que, desde su reorganización, no ha parado de engrandecer su patrimonio.

El Patrón San José llegó a la plaza y antigua capilla de su nombre para rezar una estación menor tras sortear por Las Cortes una calle Real en obras. Nada más enfilar la calle, las marchas empezaron a sonar sin descanso. Y los pétalos a caer desde los balcones sobre la antigua talla del santo. La cuadrilla -de hermanos- se esmeró ante los ancianitos de la residencia. Y en varias ocasiones consiguió que el público -numeroso en una tarde primaveral como la que ayer se pudo disfrutar- rompiera en aplausos en varias ocasiones. Fue, sin duda, emotivo.

Y para la hermandad -que ayer también estrenó un nuevo manto del siglo XIX recuperado para la imagen de San José, una nueva vara y nimbo y un relicario para el paso- fue una jornada muy especial. Por el nuevo paso, por su próxima salida en el Corpus y por ver en la calle consolidado el trabajo y la devoción hacia el Patrón de San Fernando que impulsan desde la junta de gobierno.