Con una alegría que contagia y no sin dificultad, Javier Álvarez, resume en una sola frase uno de sus logros: “Ya sé utilizar las monedas y billetes, y coger el tren solo para ir a Cádiz”. Es uno de los jóvenes que integran la Asociación de Personas con Diversidad Funcional Las Canteras, una veterana entidad puertorrealeña que tiene como objetivo facilitar la vida a quienes tienen distintas capacidades físicas, psíquicas o sensoriales. Desde hace mucho tiempo vienen trabajando en romper las barreras físicas y mentales que, quizás muy a menudo, complican la vida de un colectivo que día a día lucha por su integración en la sociedad.

Un ejemplo de la actividad que realizan es el programa de ocio inclusivo para jóvenes y adolescentes con distintas capacidades físicas y, principalmente, psíquicas. El programa parte de una premisa: los participantes están en posesión de su propia vida y es la asociación quien les ayuda que se sean cada vez más autónomos, colaborando en el desarrollo de sus habilidades sociales.

Jesús Andrade es psicólogo y quien dirige el programa de ocio. En él se trabaja la estimulación cognitiva, mediante dinámicas de grupo, talleres y, lo más importante, salidas al exterior en las que, quienes forman parte del taller, se enfrentan a situaciones del día a día. “Son cosas rutinarias para la mayoría de personas pero, según qué casos, pueden convertirse en un obstáculo para el que no siempre tiene herramientas”, explica Andrade.

Se refiere a actos cotidianos como comprar una entrada para el cine, coger un autobús o hacerse con el manejo de billetes y monedas. Es esto último lo que más trabajo le está costando a Pablo Osorio, quien reconoce que lo que más le gusta del programa es “el ocio, salir con mis amigos al cine, a cenar y al teatro”. En eso coinciden todos los usuarios. También Javi González dice que “cuando salimos hay mucha risa y mucha simpatía. Siempre estamos riéndonos y nos lo pasamos muy bien”.

Más dificultades en el lenguaje tiene Edu Chamorro, pero no necesita más palabras que “divertirme” para resumir lo que supone para él este programa de ocio de Las Canteras. El grupo visita exposiciones, va a salas de cine, a representaciones teatrales o, simplemente, a cenar o merendar. Todos los fines de semana una actividad que, en ocasiones, alargan por más tiempo con viajes a localidades cercanas o a otros países como Portugal, donde han estado recientemente.

Una de las habilidades que también se han propuesto desarrollar es la cocina. Bajo la dirección de Jesús Andrade y la colaboración de dos de los voluntarios de la Asociación, Mónica Gutiérrez y Roberto Enguídanos, aprenden a elaborar platos sencillos (o no tanto) como un bizcocho. Paquito Fernández, que forma parte del taller, está muy entusiasmado con la idea y se toma tan en serio su papel de chef que se niega revelar la receta. Solo cuenta que “uno es con chocolate y otro sin chocolate”, pero ni un solo ingrediente más.

Todos atienden a las explicaciones de los monitores y van cumpliendo con precisión cada paso que se muestra. “Queremos que ellos aprendan a hacerlo solo, que tengan autonomía y que puedan repetirlo en casa”, dice Jesús Andrade. Y lo están consiguiendo con mucho esfuerzo y dedicación. “Yo he aprendido a hacer la cama solo y ayudo en casa con los baños”, apunta Javier Álvarez con entusiasmo, recordando que incluso llegó a vivir en un piso tutelado durante algún tiempo. Un objetivo al que algunos de ellos aspiran.