A raíz de la prohibición de la Junta de Andalucía de que los vendedores ambulantes de coquinas puedan seguir ejerciendo esa actividad por problemas de sanidad, ocho familias roteñas se han quedado en paro. Aseguran que llevan un mes y medio sin poder llevar ni un solo euro a sus casas y teniendo en cuenta la situación de crisis, el problema se les agrava.
Piden solución al alcalde de la localidad, Lorenzo Sánchez, aunque de momento, según aseguran los afectados, éste no les ha dado ninguna alternativa. Ante situaciones como ésta o similares, Izquierda Unida ha presentado un programa de inserción sociolaboral para colectivos en situación de riesgo de exclusión social. Un programa con el que se pretende que colectivos minoritarios no se vean desamparados ante un situación de crisis. IU espera que desde el Ayuntamiento se elabore una especie de censo de personas con situaciones económicas críticas y que desde el Consistorio se les pueda ayudar con contratos de trabajo temporales.
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