Cuatro de los diez detenidos en la Operación Gibalbín, que ha desmantelado una red que traía hachís desde Marruecos en avionetas y helicópteros, han sido enviados a prisión tras ser puestos a disposición judicial. Entre los encarcelados, figura lógicamente el considerado como cabecilla, un vecino de Jerez residente en un lujoso chalé de la urbanización Guadabajaque, situada junto a la entrada sur a la localidad. Los otros seis arrestados están en libertad con cargos.

En el operativo fueron intervenidas tres avionetas y dos helicópteros que la organización guardaba en una nave del aeródromo de Trebujena, así como algo más de una tonelada de hachís y seis vehículos, dos de ellos robados.

La investigación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz; agentes del Greco (Grupo Especial de Respuesta contra el Crimen Organizado) Costa del Sol, la Udyco (Unidad de Droga y Crimen Organizado) de Sevilla y la Brigada de Policía Judicial de Madrid de la Policía Nacional; y por efectivos de a Agencia Tributaria de Cádiz, según se informó desde la Benemérita.