Pipespain, Vasyma y Antonio Barbadillo, reconocidas por su actividad exterior

Pipespain nació de la necesidad de salir adelante. De mirar al futuro y ver un horizonte posible. Surgió en 2005 durante la reconversión naval de la Bahía de Cádiz, empezó a despegar cuando estalló la crisis y pese a todo, supo adaptarse a las nuevas exigencias de tecnología y producción de una industria tan tradicional y crítica como ésta. Se dedica al diseño, fabricación y montaje de sistemas de tuberías de fibra de vidrio GRP/GRE, una nueva tecnología muy valorada en la construcción de buques, y lo hace como distribuidor exclusivo de Ameron, una gran compañía mundial. "Durante la última época de problemas del sector naval, esto era una rama de la empresa matriz -Procal-, la teníamos como un complemento pero vimos que las posibilidades eran muchas, así que nos decidimos, creamos la empresa y en tres años, tenemos un 80% de nuestra facturación en el extranjero". Lo cuenta Juan Sánchez Alcántara, el responsable de esta aventura que fue seleccionada ayer para representar a la provincia gaditana en los Premios Alas de Andalucía dentro de la categoría de iniciación a la exportación. Los galardones, que ya alcanzan su novena edición, se fallarán en enero en Córdoba.

Pipespain tiene su sede en Puerto Real y ya factura anualmente cuatro millones de euros, pero lo mejor es que Sánchez Alcántara se jacta sin complejos de no sentir la crisis y habla con orgullo de sus 20 trabajadores: "Somos poca gente pero todos muy comprometidos y se van a alegrar como si el premio fuera para ellos".

Esta experiencia exitosa destaca por su novedad, pero también hay mérito en la consolidación y, por supuesto, en la expansión comercial fuera de nuestras fronteras. Vasyma ha sido nominada como empresa exportadora por su crecimiento y resistencia en un sector complicado como la fabricación de barriles de roble; mientras que la bodega Antonio Barbadillo ha sido seleccionada en la categoría de implantación en el exterior.

Vasyma tiene un marcado negocio internacional, con el 95% de sus ventas en el extranjero, fundamentalmente en Escocia, Taiwan e Irlanda. Su barriles, de 500 y 250 litros, se envinan con oloroso en las propias bodegas, algo que le distingue del resto del Marco, y su nombre está impreso en algunas de las botellas de whisky más prestigiosas o comercializadas, como Macallan, Highland Park o Cutty Sark.

Antonio Barbadillo comenzó hace siete años una estrategia de internacionalización en la que ha puesto todo su empeño. Ya está presente en Países Bajos, Reino Unido o Escandinavia y ahora quiere atacar los mercados de Estados Unidos, México y varios de Europa del Este, como Ucrania, según detalló el director internacional de la compañía, Steve Cook, que destacó que esta trayectoria haya continuado "a pesar de la crisis" y confió en las "claras señales de recuperación" que ya perciben fuera de España.