Nueva condena por ruido contra un súper

Nada menos que desde 1995 venían soportando, a las cinco de la mañana, un trasiego continuo de camiones que llevaban el género al supermercado. Esto, por la noche. Con las claras del día, una potente megafonía llamaba a los empleados. Y al echar el cierre, se activaban unas “ruidosísimas” alarmas de robo que al parecer, se disparaban en falso a menudo. Con todo, el colmo fue cuando instalaron seis aparatos de aire acondicionado y dos puertas eléctricas metálicas que se abrían y cerraban con un enorme chasquido. Dos matrimonios, y por ende, los restantes vecinos de un bloque de la calle Venenciadores de Conil, acaban de ver cómo por fin se les ha hecho justicia. El Juzgado de Primera Instancia 3 de Chiclana acaba de dictar una sentencia por la que estima íntegramente su demanda, interpuesta por el abogado gaditano José Luis Ortiz Miranda, condenando a la fuente de sus sufrimientos, de sus innumerables noches de insomnio de los últimos 16 años, un ruidoso establecimiento de la cadena Dinosol Supermercados emplazado en los bajos del edificio.

Hasta 33 denuncias llegaron a interponer las dos parejas ante el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Conil, que abrió al supermercado hasta tres expedientes sancionadores por contaminación acústica y otros incumplimientos en materia urbanística.

Todo ello deparó hasta un cierre cautelar por un periodo de un mes, pero “sin que en ningún momento la gran cadena de supermercados se tomara en serio la insonorización del local”, denunció ayer a este diario el abogado que ha ganado la demanda.

El Juzgado ha condenado a Dinosol al pago de una indemnización de 40.000 euros (10.000 para cada uno de los demandantes) más intereses.

El fallo obliga a la cadena a realizar, en el plazo de seis meses desde su notificación, obras de insonorización para erradicar los ruidos en el domicilio de los afectados, o procurar que se atenúen dentro de los límites legales. También la empresa tiene que hacer frente al pago de las costas procesales.

Ésta es la tercera condena contra un supermercado por ruido que el abogado Ortiz Miranda consigue en los últimos tres años. El letrado ha aprovechado para hacer una valoración muy positiva “de la concienciación que están tomando los Tribunales de Justicia, y la sociedad en general, con relación a esta lacra de nuestro tiempo; la pérdida de calidad de vida en los hogares de las grandes ciudades por contaminación acústica grave”.