Cuatro perros murieron y otro cayó enfermo ayer en un pinar de Los Caños de Meca supuestamente envenenados tras comer unos trozos de chorizos esparcidos por el suelo. Así lo denunciaron sus dueños, que pasan allí el verano, y que alertaron también que la zona está llena de esta sustancia peligrosa.

Según relató a este periódico Delia Valverde, que forma parte de la pandilla de amigos propietarios de los animales, los perros "cayeron fulminados" poco después de llegar en coche a un local situado en la carretera del Faro del Trafalgar y después de que anduvieran un poco por las dunas. Tras buscar que podría haberles sucedido, encontraron trozos de chorizo repartidos por el suelo y que tenían dentro una especie de polvo negro, al parecer un tipo de matarratas, que le habría causado rápidamente la muerte. Delia lo tiene claro, "esto lo ha hecho alguien que le moleste que los perros estén por aquí", dijo.

Los cuatro perros, cachorros de tres o cuatro meses de distintas razas, habían sido recogidos poco a poco de la calle por miembros de este grupo de amigos. El animal que está enfermo se mantenía ayer estable tras inyectarle varios medicamentos. Según el veterinario que lo atendió, ha sobrevivido por ser adulto ya que el veneno ha sido mortal para los cuatro cachorros. Este mismo veterinario cogió muestras de los trozos de chorizos para analizarlo y ver exactamente que tipo de sustancia peligrosa contenían.

Ayer por la tarde, los cadáveres de los animales continuaban en el pinar a la espera de los dueños pudieran contactar con la protectora de animales para su retirada. Además, también acudieron al lugar de los hechos agentes de la Guardia Civil.

Delia quiso denunciar también que en el pinar, un lugar público y protegido por donde pasan muchas personas, sigue esparcido este veneno, que podría ser peligroso para los niños o para otros animales.