El delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, ha lamentado los datos "negativos" del paro en la provincia, que dejan "mal sabor de boca" y causan "desazón" a la Administración andaluza. Reconoce que el problema del desempleo es "una responsabilidad compartida de todos los representantes políticos", si bien hace un llamamiento especial al Gobierno de España para que "revierta la situación", ya que son las políticas de esa Administración las que más repercusión tienen en este campo.  

En rueda de prensa, López Gil ha manifestado que es un día "bastante malo" para la provincia, que ha visto incrementar las cifras del paro en 5.423 personas, alcanzando ya un total de 207.582 desempleados. Esto causa "desazón" a la Junta, que "hace lo posible diariamente" para dar la vuelta a la situación.  

Considera que estos datos ponen de manifiesto que "la reforma laboral del Gobierno no sirve para generar empleo, sino todo lo contrario" y, asimismo, ha criticado las políticas de "recortes" del Ejecutivo central, que se suman a la "subida de impuestos" y que dejan "cada vez a más personas en una situación más desprotegida" y colocando a las empresas en un estado de "desequilibrio absoluto" y "precipicio empresarial". 

De igual forma, reprocha al Gobierno que haya reducido en 1.100 millones de euros su inversión en Andalucía, lo que "limita la capacidad de generación de empleo desde las Administraciones Públicas".  

Así, reconoce que los datos "no son buenos para ninguna Administración" y que la responsabilidad es "compartida de todos los representantes políticos". No obstante, ha hecho un llamamiento especial al Gobierno de la nación para que "deje de negar permanentemente un plan especial de empleo para Andalucía", para que "no siga ahogando la economía de las familias, no siga recortando más las prestaciones, ni siga subiendo los impuestos. Pide, asimismo, que revierta la reforma laboral y vuelva a dar incentivos a las políticas activad de empleo.