El delegado de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz, Fernando López Gil, se mostró ayer crítico con una parte del Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía que salió a exposición pública este lunes y que amplía a 500 metros el área a proteger del ladrillo.

Preguntado por los periodistas por las críticas surgidas desde el Ayuntamiento de San Fernando por la protección que impone el documento del plan a territorios como los polvorines de Fadricas o Camposoto, López Gil se mostró sincero y partidario de que algo tiene aún que "mejorar" en el documento.

El máximo representante autonómico en la provincia dejó bien claro que el plan resulta "positivo para la provincia de Cádiz en su conjunto". A esto añadió que "evidentemente hay elementos que tenemos que mejorar y perfilar". Y en lo referido a San Fernando, recordó ante los medios que durante la última reunión que mantuvo hace días con el alcalde de La Isla, José Loaiza, "le manifesté que teníamos que hablar de este asunto".

Por eso, López Gil confía en que el documento se encuentra aún en fase de exposición pública, por lo que ve todavía posible incorporarle modificaciones. "Ya lo hemos hablado Cárdenas y yo y hay elementos como el de San Fernando que tenemos que cambiar porque se pueden suavizar". A este respecto, el delegado de la Junta dice que ya se había ofrecido a Loaiza a que encontrara "en mí" a un "aliado" para llevar a cabo las modificaciones que sean más beneficiosas para San Fernando.

Sobre el caso concreto de La Isla, López Gil, dijo que estimaba que los polvorines de Fadricas "tienen una protección quizás excesiva y que habría que revisar". En cuanto a Camposoto recordó que el documento contempla el desarrollo turístico pero no la construcción de viviendas, "y es algo que tenemos que ver". "Hay que tener siempre en cuenta que San Fernando es una isla y que, como isla, los únicos espacios que tiene para su desarrollo son los polvorines y Camposoto". A partir de ahí, "es difícil constreñirla tanto y tenemos que buscar la manera de hacer compatible la protección del medio ambiente con el desarrollo de la ciudad.

El consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, opinó ayer que el Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía será "un instrumento fundamental" para mejorar la competitividad del turismo en las costas andaluzas y lamentó que no haya llegado "diez o quince años antes".

En declaraciones a los periodistas en Cádiz, Rafael Rodríguez subrayó que no hay "nada más negativo" para la competitividad de la industria del turismo de "sol y playa" de Andalucía que "llenar el litoral de cemento y ladrillo".

Una perspectiva que, según dijo, comparten los empresarios hoteleros de la costa andaluza que están, según dijo, "absolutamente convencidos" de que el plan está "en la línea correcta" porque apuesta por la competitividad del sector "a medio y largo plazo".

"Lo triste es que haya llegado un poco tarde, ojalá hubiera llegado diez o quince años antes", subrayó el consejero sobre este plan que a partir de ayer está sometido a un periodo de información pública y que prevé reservar de urbanización 9.000 nuevas hectáreas de suelo en la franja de los primeros 500 metros desde el dominio público marítimo terrestre, lo que supone un incremento del 50% del terreno protegido en el espacio costero.

Para el consejero es "una buena noticia" que por ejemplo el Plan haya preservado Valdevaqueros, donde existe un proyecto, al que el Ayuntamiento de Tarifa ya había dado el visto bueno, para construir una urbanización turística.

Rafael Rodríguez explicó que un informe sobre el segmento turístico de "sol y playa" en Andalucía durante el 2012 pone de manifiesto que los principales motivos que atrajeron a las costas andaluzas a los 9,4 millones de turistas que recibieron el año pasado fueron "nuestro clima, nuestras playas y nuestros servicios" y no los precios.

En concreto para un 38% de esos 9,4 millones de visitantes el clima de Andalucía fue su principal motivo para elegir el destino, seguido de un 31% que lo eligió por sus playas, mientras que sólo un 10% lo hizo por sus precios.

Además estos turistas puntuaron con un 8,4 puntos sobre diez el servicio y el trato recibido, un dato que ha llevado al consejero a asegurar que "bajar los precios" o "degradar los costes laborales" no será el camino para ganar competitividad en el sector, sino mejorar la calidad de las playas, de las infraestructuras y de los servicios.

Por eso valoró que el plan de protección del litoral apunte a mejorar la calidad de la oferta de sol y playa andaluza porque "la sostenibilidad forma parte sustancial" de la percepción y valoración de los viajeros y de que elijan este frente a otros destinos.