Cuando ya se habían cumplido las 24 horas desde que desapareciera mientras practicaba pesca submarina, su cadáver fue localizado cerca de donde acabó sumergiéndose, tras tratar de pedir auxilio, para no volver a aparecer. El cuerpo de Julián Núñez Ureba, vecino de Vejer, de 23 años, fue hallado a las 12,30 horas de ayer a tres millas náuticas de Barbate. Se cumplían los peores augurios aunque, por lo menos, se recuperaba su cuerpo, para alivio de su familia.
Efectivos de Salvamento Marítimo junto a buzos de la Armada y los Geas de la Guardia Civil habían reanudado a primera hora las tareas de búsqueda. Y finalmente, los Geas localizaron el cuerpo.
Los padres del joven, su pareja, madre de su hija de sólo siete meses, y una de sus dos hermanas, aguardaron en el puerto de Barbate la llegada del cuerpo, acompañados por el alcalde de Vejer, Antonio Verdú. Fueron momentos de enorme tensión, teniendo que ser atendida la novia. Personal de Protección Civil de Barbate y Cruz Roja estuvieron en todo momento pendientes de la familia.
La trágica muerte del joven ha causado una gran conmoción en Vejer ya que pertenecía a una familia muy conocida, Julián, el menor de tres hermanos, regentaba una tienda de artículos deportivos. Su padre, al que una de sus dos hijas acababa de hacer abuelo hace dos días, tiene una autoescuela. El alcalde de Vejer ha decretado para hoy una jornada de luto.
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