La Junta retoma la obra del tranvía por el centro de Chiclana

La consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Elena Cortés (IU), anunció ayer que la Administración "retomará" la obra del tranvía metropolitano de la Bahía en el tramo urbano de Chiclana siguiendo el trazado original de la infraestructura, es decir, por el centro de la localidad. Cortés avanzó esta decisión, inesperada, durante su visita a Cádiz para presidir una entrega de viviendas. Aseguró que la obra se "reactivará" en breve en el tramo número cuatro, que es el que corresponde al núcleo urbano chiclanero, admitió los retrasos acumulados en el proyecto y ofreció su "compromiso político" de que este medio de transporte entrará en funcionamiento "cuanto antes".

El tramo urbano de Chiclana se ha convertido en el principal escollo de la obra del tranvía. Tanto, que el proyecto avanza con perspectivas de estar en marcha dentro de un año pero excluyendo a la localidad chiclanera. Allí, el desacuerdo político entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía a causa del trazado que debe seguir este medio de transporte una vez que se interne en la ciudad ha provocado que la obra apenas haya avanzado desde hace tres años.

Los informes de la Administración regional indicaban que las vías debían cruzar el centro del municipio, como en La Isla, con el objetivo de situar las paradas lo más cerca posible de la mayor cantidad de población posible. Pero el Ayuntamiento, primero en el mandato del cuatripartito (PP-IU-PA-PSA) y, después, en solitario, se ha opuesto de forma férrea a este recorrido al entender que provocaría un caos en el tráfico de la localidad.

El Ayuntamiento incluso organizó en verano una simulación de puesta en marcha del tren para intentar demostrar su tesis. Cerró carriles de tráfico en el centro e instaló semáforos que recreaban el paso del tranvía. Los resultados rozaron el esperpento: los populares chiclaneros aseguraron que se produjeron atascos mientras que desde la Junta de Andalucía se afirmó que las pruebas demostraban todo lo contrario.

En septiembre, la oposición chiclanera (PSOE, IU y, entonces PVRE, el partido de los propietarios de viviendas ilegales), aprobó un acuerdo plenario para instar al Gobierno andaluz a que impulse la actuación por el centro urbano de la localidad, tal y como está proyectado. El PP, que gobernaba entonces en solitario (ahora ha pactado con el PVRE), votó en contra, pero el alcalde, Ernesto Marín (PP), ha ido suavizando su postura con el paso de los meses hasta asegurar, en una entrevista publicada por este medio el 19 de mayo, que "la Junta tiene el poder de iniciar, por ley, las obras cuando quiera".

Marín defiende su trazado y no brindó entonces el apoyo municipal para ejecutar la obra por el centro, pero tampoco expresó su oposición tajante. Ahora la Junta ha recogido el guante al anunciar que retomará la obra tal y como estaba proyectada, primero, en la zona de cocheras de Pelagatos, y después, "de forma progresiva", en el centro urbano hasta Eroski, donde se sitúa, por ahora, la última parada de tranvía.

Tras el anuncio realizado por la consejera de Fomento, este medio contactó con el alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, para conocer su opinión al respecto y en qué medida el Ayuntamiento conoce y está dispuesto a colaborar en la ejecución de la obra. Marín, sin embargo, rechazó hacer cualquier tipo de declaración al respecto. "Esperaremos", dijo.

El tramo urbano de Chiclana está adjudicado desde febrero de 2010 por un montante de 35 millones de euros. La obra, por los problemas reseñados, solo ha comenzado en la entrada de la ciudad, hasta la Avenida del Mueble, y en el otro extremo, en el polígono de Pelagatos, donde se situarán las cocheras y donde apenas han avanzado los trabajos. Por delante quedan 4 kilómetros de trazado por construir a lo largo del centro: Avenida Reyes Católicos, el Puente de Nuestra Señora de los Remedios, Mendizábal y Alameda Solano hasta la zona de polígonos industriales. El plazo de ejecución de esa obra es de 24 meses, según consta en el pliego de adjudicación. Es el tiempo que queda por delante para que el tranvía llegue a la localidad siempre que la Junta esté en disposición de invertir y que no reavive la disputa política que amenaza con dejar a los chiclaneros sin tranvía y al tranvía, sin Chiclana.