Han sido dos semanas de intensa actividad de la Brigada de Infantería de Marina Tercio de Armada. La unidad se proyectó a más de cuatrocientos kilómetros de San Fernando para llevar a cabo en el Campo de Maniobras y Tiro Álvarez de Sotomayor de Viator (Almería) el ejercicio Field Training (FTX ARD-20),  un "hito fundamental" para paliar los "efectos negativos" que el covid ha tenido sobre el adiestramiento en este año y que ha supuesto también un reto logístico.

Hasta la provincia almeriense, para un ejercicio que se ha prolongado hasta este viernes, se trasladaron  unos 900 infantes de marina y ciento veinte vehículos de diferentes tipos, "todo ello sin incidencias relevantes, gracias a la aplicación de medidas estrictas de control sanitario y logístico", han apuntado desde el Tercio de Armada.

El campamento de los casi 900 infantes en Viator.

La Agrupación Reforzada de Desembarco al mando del coronel Ignacio del Cuvillo Rivero, se ha formado entorno al Batallón Reforzado de Desembarco (BRD-101), el Grupo de Artillería de Desembarco (GAD), así como una Unidad de Apoyo Logístico generada por el Grupo de Apoyos de Servicios de Combate (GASC). Además, se ha contado con la participación de la Compañía de Reconocimiento del Batallón de Cuartel General (BCG), unidad de alta cualificación técnica y que realiza las funciones de reconocimiento avanzado en operaciones anfibias y terrestres en beneficio de la Brigada de Infantería de Marina.

Por último, la 7ª Compañía del Segundo Batallón de Desembarco ha realizado ejercicios de tácticos y de procedimientos a lo largo de las dos semanas de ejercicio. Esta Compañía de fusiles es la base de la Compañía Experimental, entorno a la cual el Tercio de Armada está llevando a cabo un proceso de investigación de las futuras capacidades de personal, material y doctrina que demandan los nuevos y posibles entornos en los que deberá hacer frente las unidades de la Brigada de Infantería de Marina en años venideros.

Tiradores de precisión.

A lo largo de dos semanas se han llevado a cabo numerosos ejercicios tácticos que abarcaron desde nivel sección hasta batallón reforzado de desembarco. Así mismo se realizaron ejercicios de fuego y movimiento, tiro con armas individuales y colectivas, lanzamiento de misiles contracarro Spike, fuego de morteros de 60 mm y 81 mm, manejo de explosivos y demoliciones. Por su parte el Grupo de Artillería de Desembarco realizó fuego con sus obuses de 105 y 155 mm. Este ejercicio ha supuesto un reto logístico para la Brigada de Infantería de Marina, indicaron desde la Armada.

Las capacidades e instalaciones de Álvarez de Sotomayor, pioneras entre las instalaciones de los diferentes Centros Nacionales de Adiestramiento y Campos de Maniobras y Tiro de las Fuerzas Armadas, han permitido alcanzar los objetivos de adiestramiento marcados para el ejercicio, lo que ha favorecido el objeto principal de la maniobra y todo el esfuerzo dedicado, el paliar el efecto negativo que el COVID-19 ha tenido sobre el adiestramiento de unidad, recuperando progresivamente todas las capacidades del Tercio de Armada.

Los infantes durante el ejercicio.