Todo transcurre como si no pasara nada. En la web de la Consejería de Educación una foto de un niño vestido de catedrático anuncia que en breve aparecerán todos los datos sobre una matriculación que empieza hoy, 1 de marzo. La delegada provincial de Educación se muestra relajada: "No habrá recortes de ningún tipo, ni en lo material ni entre los docentes. De hecho, este año el proceso de matriculación se espera que sea muy tranquilo". Así parece ser también en las páginas de unos sindicatos de Educación que tienen un enorme poder en nuestra comunidad en este área. Aparte de las quejas sobre la reforma laboral, no parece que haya indicios de incendio alguno.

Los técnicos aún valoran el estado de las cosas,el equilibrio de fuerzas. Es de reseñar el caso atípico de Cádiz capital, que este año va a ofertar más plazas concertadas que públicas. En Jerez ese balance será de un 70-30 para la pública, pese a tener los mismos concertados que Cádiz, pero en el total de la provincia es abrumadora la presencia pública: 214.000 alumnos frente a 49.000 concertados.

Pero si uno rasca por dentro, si uno indaga entre el personal de delegación y pregunta a los docentes, la incertidumbre se palpa: ¿qué va a pasar? Hoy por hoy, en Andalucía nadie da un duro por la continuidad de los socialistas en la Junta ni por el actual modelo. Javier Arenas ha llegado a afirmar quen su reforma educativa será "la madre de todas las reformas". El mensaje 'no habrá recortes' no les dice nada a los profesionales. Saben que los habrá, incluso aunque la administración siguiera en las mismas manos. En el caso de que cambie, ya hay indicios de futuro: Madrid no ve con buenos ojos la oferta pública de empleo; la contundencia de Valencia contra los conatos de una 'primavera educativa'; el golpe de autoridad de fulminar, como una de las primeras medidas del nuevo Gobierno, Educación para la Ciudadanía... No es que los docentes sientan simpatía por esta asignatura que en su día se metió con calzador en las aulas y que cubría espacios libres en una programación con un exceso de espacios indefinidos, pero es un síntoma.

Otros síntomas son más evidentes. Oficialmente se niega que las sustituciones se estén demorando más que otros años. Oficialmente se niega que la inversión en material diario, se esté mirando con lupa y que se ajusta como nunca se ha ajustado. Oficialmente se exhiben los ordenadores gratis para los niños, las pizarras digitales. No está pasando nada porque todo pasará después.

Difícilmente se encontrará a alguien en Educación, sea del área que sea, que afirme que septiembre tendrá la placidez que el marzo de las matriculaciones.