Los actuales problemas que padecen los profesionales del sector pesquero artesanal por la presencia del alga parda asiática en sus caladeros pueden tener los días contados.

Alumnos del Ciclo Formativo de Grado Medio de Producción Agroecológica del Instituto de Enseñanza Secundaria Casas Viejas, están inmersos en una investigación que puede dar salida a los arribazones que llegan a las playas de Barbate con cada cambio de marea.

Según ha apuntado la profesora, Gloria Sánchez, entre las posibles salidas para el alga parda asiática está el reconvertirlas en un producto que ayude a la mejora del proceso de distintos tipos de cultivo, utilizándolas como parte del material de acolchado.

Se trata de un proyecto de economía sostenible que se puede convertir en una iniciativa comercial de futuro. Una propuesta que está siendo respaldada por destacados profesores de la Universidad de Cádiz (UCA) y de científicos que llevan años trabajando para dar una solución a este problema que afecta a las costas gaditanas, y que podría reducir incluso las emisiones de metano que generan las cabañas ganaderas.

Según ha explicado esta profesora, la incorporación de algas en la alimentación de cabañas ganaderas ha reducido hasta un 90% esas emisiones contaminantes como el metano, según unos estudios que les han presentado recientemente.

Esta profesora del IES Casas Viejas espera que la normativa pueda cambiarse para que se pueda hacer uso comercial de las algas, una cuestión que de momento paraliza la puesta en marcha de algún proyecto empresarial con este producto marino.