Si durante el primer estado de alarma el Covid pasó un poco de puntillas por Cádiz, en el segundo vino lo peor. La cepa británica alcanzó pronto al Campo de Gibraltar y desde esta comarca empezó a correr como la pólvora. Los bares y comercios tuvieron que echar de nuevo la baraja y numerosos municipios se aislaron para contener las elevadas incidencias. A primeros de año y tras el desbordamiento del virus en Navidad cerraron ocho localidades de dicho distrito: La Línea de la Concepción, Algeciras, Los Barrios, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera, San Martín del Tesorillo, San Roque y Tarifa. Previamente y nada más comenzar el nuevo estado de alarma ya lo habían hecho distritos como la Sierra y Jerez- Costa Noroeste, alcanzando a 24 de los 45 municipios de la provincia.

El 18 de enero, el Comité de Alerta de la Junta también decretó que Los Barrios, San Martín del Tesorillo, Jimena de la Frontera, San Fernando, Conil de la Frontera, Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda cerraran sus fronteras, extendiéndose a la Janda y la Bahía. Y así fueron cayendo unos tras otros, hasta que prácticamente toda la provincia se vio abocada a esta situación. La primeros en sufrir el varapalo, Campo de Gibraltar, también fueron los primeros en salir hasta el punto de que la cuarta ola apenas los ha rozado. Un último embate que sí que tocó a la Sierra, donde quedan algunas reminiscencias. Entre los casos más sonados figuran La Línea, por ser el primero; Grazalema y El Bosque, que han sufrido muchos altibajos pasando de 0 a más de 1.000 en más de una ocasión; San Fernando y Jerez, primeros de sus distritos en cerrar incluso la actividad no esencial; Ubrique, que marcó la entrada de la cuarta ola en la Sierra; y Puerto Serrano, que sobrepasó todos los récord de Andalucía con 4.000 de incidencia.