"Esperamos que la venta caiga menos que en el primer semestre de 2009"

La directora comercial de Motores Cádiz, Francisca Montero, estaba exultante ayer, orgullosa por el reconocimiento que la compañía les ha otorgado por la buena atención que han tenido con los clientes en el 2009 en todos sus departamentos. Es la recompensa al trabajo bien hecho de todo un equipo, formado por 112 personas repartidas entre Cádiz, El Puerto y Algeciras. El año anterior, y también en otros precedentes, recibieron otro destacado reconocimiento, el de Calidad, que concede Ford entre sus concesionarios y está considerado el segundo galardón de mayor importancia de la casa automovilística.

Es una época difícil y espaldarazos de este tipo ayudan a sobrellevarla. Según Francisca Montero, les está resultando complicado tener que enfrentarse "a los problemas de algunos clientes para pagar el coche"; además, asegura que han tenido que "hacer de asesores" en estos casos.

Las dificultades económicas que provoca la crisis también son un escollo para el comercio automovilístico. La situación es anómala, y se distorsiona por las circunstancias del momento. En eso incide Montero: "Las ventas se han adelantado debido al Plan 2000E y a la subida del IVA". Tras el efecto de aumento que ambos factores han provocado en la primera parte del año, esperan que "el segundo semestre sea algo más tranquilo, al contrario que el año pasado". Pero también confían en que esta bajada de las ventas sea más suave que en los primeros seis meses de 2009, cuando el sector sufrió un fuerte varapalo que activó la ayuda estatal.

De aquel plan aún hay secuelas y se muestran desconfiados con las consecuencias que puedan acarrear. La directora comercial de Motores Cádiz insiste en que los concesionarios han "adelantado estas ayudas y ahora no quieren pagarnos", en alusión a la Administración.

Además, ésta es una provincia singular y Motores Cádiz tiene tres puntos de ventas: dos en la Bahía y uno en el Campo de Gibraltar, lo que le hace vulnerable a la crisis que afecta a las diferentes comarcas gaditanas. Comenta que entre las consecuencias de la recesión les ha afectado el recorte salarial a los funcionarios, debido al alto porcentaje de población que pertenece a este sector en Cádiz. Lo mismo que ha ocurrido con la reestructuración del Puerto de Algeciras y la fuerte presión que está ejerciendo la competencia del nuevo Puerto de Tánger. Pese a ello, las perspectivas que tienen para el futuro son algo más tranquilizadoras y con la esperanza de la normalización económica.