El pasado jueves por la noche fue detectado un caso de meningitis en la guardería El Centro. Aunque en un principio la niña afectada fue ingresada en la Clínica Jerez, posteriormente fue trasladada al Hospital Puerta del Mar de la capital gaditana, donde en la actualidad permanece estable. Tanto a la niña como a su entorno más cercano se le administró la quimioproxilaxis de manera preventiva, ya que todavía no se sabe si se trata de una meningitis vírica o bacteriana. No obstante, desde el Servicio Andaluz de Salud han manifestado que "se sospecha que es bacteriana, pero para ser bacteriana, la niña está evolucionando bien".

Inmediatamente se puso en marcha el protocolo, se comunicó al distrito sanitario y este se puso en contacto con la guardería donde, el mismo viernes, se trasladaron una epidemióloga, un pediatra y la directora de cuidados de enfermería, que estuvieron informando a los padres. De momento, sólo se ha aplicado la quimioproxilaxis a los niños y profesores que están en contacto más directo con la compañera, no a todos los de la guardería y también se dejó el número de teléfono de la epidemióloga. No obstante, los que no tomaron la dosis pueden ir a su centro de salud.

Desde el SAS señalan asimismo que si la meningitis es vírica no es necesario este protocolo y que la quimioproxilaxis no se va a extender a toda la guardería puesto que todavía no hay un diagnóstico definitivo sobre el tipo de meningitis de que se trata.

La meningitis es una enfermedad poco frecuente, pero muy temida, en la que se infectan las membranas (meninges) que envuelven el cerebro y la médula espinal. Hay dos grandes grupos de meningitis, que sólo se parecen en el nombre: las producidas por virus (meningitis víricas), que son benignas, y las producidas por bacterias (meningitis bacterianas), que pueden ser graves.

Los agentes causantes de la mayor parte de las meningitis víricas pertenecen al grupo de los enterovirus. Como se ha comentado, la enfermedad que producen cura sin secuelas en casi todos los casos. Suelen presentarse en pequeños brotes o epidemias en el verano y el otoño, y se transmiten por las heces y la saliva. Los síntomas típicos son fiebre elevada, vómitos, dolor de cabeza intenso y rigidez de la nuca (imposibilidad para doblar completamente el cuello hacia adelante). También puede producir somnolencia exagerada y confusión mental.