Provincia de Cádiz

Desembalse histórico

  • El pantano de Guadalcacín se ve obligado a aliviar agua por vez primera al rozar el 98% de su capacidad y ante las previsiones de nuevas lluvias El vaciado, moderado, se realizó por uno de los desagües de fondo

No fue espectacular, porque no podía serlo. Pero el acontecimiento histórico vivido ayer en el macroembalse de Guadalcacín, que alivió agua por vez primera en sus 18 años de vida, está cargado de una simbología enorme. Porque ese hecho insólito viene a atestiguar que la provincia de Cádiz ya no puede almacenar más agua, que está al límite. Y las previsiones meteorológicas apuntan, además, a que aún quedan por llegar nuevas precipitaciones que, incluso, pueden ser de cierta relevancia.

Precisamente por esa razón, por lo que está aún por venir, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía decidió ayer de manera algo sorpresiva quitarle el tapón al embalse de Guadalcacín, el más grande de la provincia y el segundo de Andalucía, por detrás del de Iznájar (Córdoba). Terminado de construir en 1995, el mar interior de la provincia, como es conocido por los lugareños, llevaba casi dos décadas dedicándose exclusivamente a almacenar agua. Fue hace tres años, en abril de 2010, cuando alcanzó su récord de llenado, al rozar el 92% de su capacidad total, cifrada en 800,3 hectómetros cúbicos. Pero la alta pluviosidad registrada en la provincia gaditana en lo que va de año ha hecho que el pantano de Guadalcacín haya superado ya -y con creces- esa marca.

 

Sin ir más lejos, su nivel de almacenamiento rozaba ayer el 98%. Por ello, la Administración andaluza decretó un desembalse preventivo -que en principio se mantendrá también hoy- como medida de seguridad para garantizar el resguardo de la presa. Y aunque Guadalcacín carece de compuertas superiores -no fueron incluidas en su proyecto constructivo- sí posee dos conductos de desagüe de fondo. Y la Junta decidió ayer abrir uno de esos dos tapones, aunque, eso sí, de manera moderada. Con esta maniobra, la Junta busca evitar que el embalse termine desbordándose a través de sus aliviaderos superiores. En cualquier caso, y ante la probabilidad cierta de que ello todavía pudiera llegar a suceder, Medio Ambiente insiste en su mensaje de que la lámina de agua que saldría sería muy suave. En concreto, los cálculos indican que si el agua embalsada supera en medio metro la altura del aliviadero, caerían apenas entre 20 y 25 metros cúbicos por segundo. 

 

Desde la Junta se informaba ayer que el caudal máximo que puede llegar a desembalsar Guadalcacín a través del desagüe de fondo abierto ayer es de 50 metros cúbicos por segundo, aunque el límite máximo alcanzado ayer fue de la mitad. Esta cifra de 25 metros cúbicos por segundo, unidos a los 11 que desde hace varias semanas se vienen soltando por el canal de riego, vendrían a equilibrar los algo más de 35 metros cúbicos que viene desaguando otro pantano que también está hasta los topes, el de Los Hurones. Y es bueno recordar que toda ese agua excedente de Los Hurones llega precisamente, a través del río Majaceite, a Guadalcacín. En cualquier caso, no deja de ser llamativo que ayer, y pese al desembalse de fondo iniciado en Guadalcacín, este macropantano no dejó de ganar de agua, algo que viene dado por el hecho de que lo que entraba por la cola procedente de Los Hurones, unido a las precipitaciones registradas, fue mayor que lo que alivió el mar interior, que a última hora de la tarde de ayer rozaba el 98% de su capacidad, con más de 783 hectómetros cúbicos almacenados.

 

En todo ello han tenido una incidencia directa las continuas precipitaciones registradas hasta la fecha. Sirva como dato ilustrativo que el embalse de Guadalcacín ha recibido aportaciones de agua que superan en un 946% la media histórica de los meses de marzo desde 1942. Además, ha superado igualmente el registro histórico de lluvias caídas en los últimos 75 años.  

 

El desembalse histórico vivido ayer en Guadalcacín tuvo tres aspectos curiosos: el primero, que no fue nada espectacular porque, al carecer de compuertas superiores, imposibilitó que se vieran las imágenes de los saltos de agua habituales en el resto de pantanos; otra curiosidad fue que al abrir el desagüe de fondo, el agua salió con tal presión que las zonas aledañas al pantano vivieron una inundación imprevista; y otra cosa inesperada fue la amplia presencia de curiosos que se trasladó hasta esta infraestructura para ver in situ el acontecimiento.

 

Todos ellos pudieron atestiguar cómo el cauce del río Majaceite registró una subida inesperada debido al agua procedente de Guadalcacín. En cualquier caso, y al tratarse de un desembalse muy controlado, no se registraron problemas en el tramo del río que conecta con el núcleo rural arcense de la Junta de los Ríos, donde el Majaceite se une al Guadalete. Al respecto, la Junta aseguraba ayer que a lo largo de este año ha realizado tareas de limpieza del canal de descarga aguas abajo de la presa para mantener así una adecuada capacidad de desagüe del Majaceite. Para ello, y por medio de retroexcavadoras, se ha retirado vegetación, arena y sedimentos de los arroyos que desembocan en el río y que obstruían su cauce.

 

Todo ese agua excedente de Guadalcacín llega hasta el Guadalete, aunque la normalidad fue la nota predominante en los núcleos rurales de Jerez afectados por la crecida del río. No obstante, las previsiones de fuertes lluvias mantienen a los vecinos en alerta.

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