CULTURA

"La Carrá era grande, pero la Pelloni era más grande aún"

  • El chiclanero Alberto Oneto, creador de uno de los clubes de fans más destacados de la artista italiana, lamenta la pérdida de de un icono eterno

  • “Raffaella Carrá era un personaje, una estrella y una diva, pero en el ámbito personal nada tenía que ver, tenia un trato muy humano", dicen sus seguidores, que se cuentan por millones y que preparan distintos homenajes

Uno de los mucho autógrafos que Rafaella dedicó a Oneto

Uno de los mucho autógrafos que Rafaella dedicó a Oneto

La muerte de Raffaella Carrá ha dejado un inmenso vació en el mundo de la cultura y la música internacional. La diva italiana se ha marchado a los 78 años víctima de un cáncer, que mantuvo en secreto hasta que, desafortunadamente, no pudo vencerlo.

Sus fans, que se cuentan por millones en todo el mundo, lloran su pérdida con un profundo pesar, aunque “se ha ido ahora pero siempre será eterna”. Lo dice Alberto Oneto, un chiclanero que forma parte de los fans más cercanos a la artista italiana.

El mismo creó un club de fans de Raffaella Carrá en 1996, el único que existía en Andalucía y que tuvo una importante proyección internacional. “Era todo muy rudimentario pero muy bonito. Nos carteábamos con fans de todo el mundo, poniendo anuncios en el periódico y enviándonos material que, entonces, sin la presencia de internet, no se podía obtener”, recuerda Alberto, quien mandaba a Argentina copias en VHS del programa ‘Hola Raffaella’ y recibía también las apariciones de la artista en sus visitas a Latinoamérica.

Relata Oneto que la presencia de internet facilitó el contacto de los fans y ese club se integró en el ‘Club de Fans Internacional de Raffaella Carrá’, que nació en Italia, y en el que ha estado, sigue estando y estará muy presente. “Gracias a ello pude estar en multitud de encuentros privados con ella, porque recibía a sus fans de una forma muy cercana y nos trataba con mucho cariño. Siempre nos invitaba a los programas en los que participaba”, dice el chiclanero. Él mismo acudió en multitud de ocasiones a muchos de ellos. En los últimos años asistió al programa ‘La Voz Italia’, donde la Carrá participaba como coach.

Alberto Oneto, al igual de otros seguidores incondicionales, llegó a tener una relación muy cercana con la artista, pero sobre todo con la persona, porque “Raffaella Carrá era un personaje. Era una estrella y una diva, pero en el trato personal nada tenía que ver: le gustaba la vida de pueblo, jugar a las cartas, hacer la compra…”, recuerda.

De este modo, Alberto Oneto, que junto a otros compañeros se encargaba de acompañar a Raffaella cuando visitaba España, también tuvo un trato muy cercano con la gente de su equipo, como Luca Sabatelli, el diseñador que ayudó a convertir a Raffaella en un icono con sus creaciones, y “a quien dedicó la canción Lucas, que eso lo sabe muy poca gente”.

De todo el tiempo que pudo estar cerca de la artista, Alberto Oneto destaca su faceta humana. “La Carrá era grande, pero la Pelloni (su verdadero apellido) era más grande aún”. “Era una mujer inmensamente generosa, que tenía a miles de niños en adopción a distancia, y no es una exageración. Además logró que media Italia lo hiciese también, con programas de televisión en el que lo fomentó”, explica Alberto. “Que la única entrevista que ofreció en televisión la Madre Teresa de Calcuta fuese a Raffaella no es una casualidad”.

Su generosidad la llevó hasta sus últimos días. “Nadie sabía nada de su enfermedad, ni su propio sobrino. Hoy nos hemos enterado que ha sido un cáncer de pulmón lo que la ha matado y que ella no quiso contar nada para no preocupar a su público. Eso ha sido otros gesto de amor inconmensurable, que dice mucho de ella”.

Alberto y todos su fans ya están trabajando para devolverle, con homenajes, “todo lo que nos ha dado que ha sido mucho”. Ya se ha comenzado una recogida de firmas para que uno de los estudios de la televisión italiana (RAI) lleve desde ahora su nombre, y también se están haciendo gestiones para que en el encuentro España-Italia, de la Eurocopa, se rinda también un homenaje. “Ella usó su fama para ayudar a los demás, pero a ella, en la intimidad, la conocía muy poca gente”, afirma Oneto.

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