El gobierno municipal quiere retomar cuanto antes las conversaciones con Defensa para abordar un tema que considera prioritario y en el que -asegura la alcaldesa, Patricia Cavada- se había conseguido avanzar bastante a finales de 2017: el traslado del campo de tiro de la playa de Camposoto al interior del acuartelamiento que el Ejército de Tierra tiene en la zona.

Descartada, por ahora, la desafectación del suelo más cercano al acceso a la playa, que es el que mayores posibilidades ofrece de cara a un potencial desarrollo turístico, el campo de prácticas de tiro ha pasado a primer plano. Sobre todo, en eso insiste la regidora isleña, porque Defensa ha mostrado cierta predisposición a reubicar estas instalaciones a partir de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento. Y el Consistorio, llegado el caso, está dispuesto incluso a asumir el coste de la actuación. Los beneficios para la ciudad -dice Cavada- serían muchísimo mayores. De eso no tiene ninguna duda el equipo de gobierno.

La alcaldesa ha vuelto a pedir una reunión al nuevo director de Infraestructuras

Hay, además, un tema que preocupa cada vez más y es el de la seguridad. A pesar de las restricciones, el campo de tiro se encuentra justo al lado de la playa de Camposoto y de su principal acceso por carretera, un lugar por donde a diario pasan numerosos isleños para pasear o hacer deporte. Y previstas hay otras actuaciones como el sendero para peatones y ciclistas del proyecto Eurovelo que enlazará los senderos de Tres Amigos con la Punta del Boquerón, cuyo trazado también se vería afectado. Así que el campo de tiro tiene cada vez más difícil encaje en este espacio. De ahí que se pretenda lo mismo que se planeaba hace algo más de una década: su reubicación en el interior del acuartelamiento, lo que permitiría la liberación de más de un kilómetro de playa en San Fernando que todavía permanece en manos militares.

El gobierno municipal quiere sentarse de nuevo a la mesa, retomar el diálogo y negociar. Pero las conversaciones llevan desde principios de año no paralizadas pero sí en compás de espera. La razón, el cambio de interlocutor con el Ministerio de Defensa que propició a finales de enero el nombramiento del nuevo director general de Infraestructuras, el vicealmirante isleño José Francisco Pérez-Ojeda. Por ahora, admitió ayer la alcaldesa en declaraciones realizadas a este periódico, las relaciones no han pasado de la obligada cortesía institucional entre dos administraciones que tienen mucho en común. Pero transcurridos ya varios meses el equipo de gobierno cree que es hora de retomar unas conversaciones que cuentan con un punto de partido excelente.

La alcaldesa, de esta forma, ha vuelto a solicitar una reunión al director general de Infraestructuras -ya cursó una primera petición el pasado mes de febrero- en la que espera retomar el tema del campo de tiro de la playa. De ser conseguirlo, se convertiría en uno de los temas claves en la recta final de un mandato que ha estado marcado por una relación más fluida con Defensa, a pesar de que en la práctica los resultados -en lo que a desafectación de suelo sin uso activo se refiere- hayan sido prácticamente nulos. En palabras de Cavada, en estos años, se ha conseguido abrir "la senda de la negociación" con el Ministerio de Defensa. Y, ciertamente, sobre la mesa se puso una oferta para liberar hasta 17 hectáreas de la zona colindante al parque del Cerro y a La Almadraba, la primera relativa al acuartelamiento de Camposoto que se ha realizado desde que a finales de los 80 el Ayuntamiento empezara a pedir estos suelos.

La propuesta, no obstante, no cuajó dadas las escasas posibilidades turísticas que por sus cargas y afecciones tienen estos suelos. El Ayuntamiento planteó la posibilidad de trasladar esos metros cuadrados hacia el extremo más cercano a la playa. Y ahí se quedaron las conversaciones.