Un total de 14 civiles han muerto en sendos ataques con explosivos en dos provincias afganas, mientras 17 insurgentes talibanes fueron abatidos en combates con fuerzas afganas y de la OTAN en la meridional Helmand, informaron a Efe distintas fuentes oficiales.

Diez civiles, entre ellos dos niños y una mujer, perdieron la vida al explotar una mina al paso de un minibús por el distrito de Shah Wali Kot, en la provincia sureña de Kandahar, dijo el jefe de la policía provincial, Matiullah Khan.

De acuerdo con Khan, cuatro civiles resultaron heridos en el ataque, del que acusó a los talibanes.

Otros cuatro civiles perecieron y siete quedaron heridos por la explosión de un artefacto colocado en una cuneta en el distrito de Tani, de la provincia oriental de Khost, según el jefe de la Policia distrital, Wali Jangikhel.

Mientras, continuaron los combates que comenzaron el pasado viernes en la provincia de Helmand, donde están destacadas las tropas británicas de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) que la OTAN comanda en Afganistán.

Según el jefe de la Policía de Helmand, Mohammad Hussain Andiwal, 17 insurgentes murieron en la operación que los soldados afganos y de la ISAF lanzaron el viernes en el distrito de Nad Ali, y en la que también sufrieron heridas dos efectivos del Ejército de Afganistán.

Cálculos periodísticos elevan a unos 2.800 los muertos en Afganistán en combates, atentados y bombardeos en lo que va de año.

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) cifró hoy en más de 900 los civiles muertos este año tanto en operaciones de las fuerzas internacionales destacadas en el país como en ataques de la insurgencia talibán.