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Medio millón de británicos secundan la mayor huelga en una década

  • La reivindicación de subidas de sueldo se sumaba la protesta por una ley que permite fijar servicios mínimos en caso de paro laboral

Miles de profesores toman las calles de Londres para pedir mejoras salariales.

Miles de profesores toman las calles de Londres para pedir mejoras salariales. / NEIL HALL / efe

En una de las jornadas de huelga más masivas en más de una década en el Reino Unido, miles de profesores, funcionarios, empleados ferroviarios y otros trabajadores salieron a la calle en numerosas ciudades del país para exigir mejoras salariales ante la crisis por el coste de la vida.

Cerca de medio millón de personas secundan un paro que afectó a más de 23.000 escuelas, paralizó gran parte de las líneas de tren y llevó a unos 100.000 funcionarios públicos de 124 departamentos a detener su actividad.

Desde 2010, el sueldo de los profesores sufre un recorte, en términos reales, de un 20%

Aunque el país vivió varias jornadas de paros en los últimos meses, la de hoy es la más importante por el número de empleados a los que afecta y por la variedad de sectores que están llamados.

Desde primera hora de la mañana, se montaron piquetes fuera de estaciones de trenes, escuelas primarias y secundarias, departamentos gubernamentales y universidades de todo el país.

Asimismo, la Confederación Sindical (TUC, en inglés) informó este miércoles de que entregarán al Gobierno una carta, firmada por 200.000 miembros del público, en protesta por un nuevo proyecto de ley, actualmente en trámite parlamentario, que busca fijar unos niveles mínimos de servicios durante las huelgas.

"El sueldo de los profesores, junto con gran parte del sector público y de todos los sectores, ha sufrido un recorte en términos reales desde el 2010. Un 20 % para los profesores", afirmó Martin Rush, docente que se manifestaba en el centro de Londres.

La protesta, subrayó, pone el foco en la "lucha contra este Gobierno conservador y sus políticas de austeridad desde 2010".

Su esposa, Alice, también maestra, argumenta que el Ejecutivo conservador del primer ministro Rishi Sunak trata de "enfrentar a los ciudadanos ordinarios los unos contra los otros".

A pesar de que algunas escuelas ofrecieron un incremento del 5% a los profesores, argumenta, esos fondos "tienen que venir del presupuesto de los colegios, el Gobierno no lo sufraga", por lo que "si logras un aumento va a ser a costa de dinero que les quitan a los niños".

Con todo, Rush aseguró que "tanto los estudiantes como los padres han mostrado mucho respaldo en esta ocasión" a sus medidas de reivindicación.

Sunak defendió el derecho de los menores a recibir educación, por lo que rechazó la ola de huelgas. En la sesión semanal de control en la Cámara Baja del Parlamento, el líder conservador evitó pronunciarse demasiado sobre las huelgas y recalcó que, en el caso de los maestros, éstos ya recibieron un incremento salarial, por lo que los niños "merecen estar en la escuela".

"El factor número uno que está afectando el nivel de vida de la gente es la inflación, provocada por la guerra en Ucrania", declaró Sunak, después de que el líder laborista, Keir Starmer, criticase al Gobierno por "su falta de habilidad" para resolver las disputas salariales de los empleados.

Starmer acusó al Ejecutivo conservador de ser "adicto" a los escándalos, en clara referencia al ahora ex presidente del Partido Conservador y ministro sin cartera Nadhim Zahawi, que fue destituido el domingo por una controversia sobre irregularidades en su declaración de impuestos.

Ante las huelgas y los problemas que generaron en el transporte, que también afectaron a líneas de autobús de Londres, la afluencia de personas al centro de la capital británica era este miércoles un 16,5 % menor respecto al miércoles de la semana pasada, según la consultora Springboard, especializada en análisis de comportamiento de los consumidores.

Desde el pasado verano, los paros y protestas en múltiples sectores retrotreste miércoleson a los británicos a los conflictos laborales de las décadas de 1970 y 1980, en un país que desde 1926 no ha vivido una huelga general.

En las manifestaciones de este miércoles en Londres y otras ciudades se sumaba a la reivindicación de subidas de sueldo la protesta por los planes del Gobierno de aprobar una ley que le permita fijar servicios mínimos en caso de huelgas.

"Tomaremos todas las medidas que estén a nuestra disposición para defender el derecho a la huelga", señaló a los medios Kate Bell, secretaria general adjunta de la federación de sindicatos TUC.

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