Guerra en Ucrania

Duda reitera que el impacto del misil en suelo polaco fue "un accidente"

  • El presidente de Polonia accede a que Kiev participa en la investigación del caso, como ha solicitado Zelenski

  • Rusia y Ucrania prolongan 120 días la exportación de cereales y fertilizantes

  • El Ejército ruso continúa con su campaña de bombardeos contra la infraestructura energética

Un residente observa los efectos de los bombardeos en Mykolaiv.

Un residente observa los efectos de los bombardeos en Mykolaiv. / OLEG PETRASYUK (Efe)

El presidente polaco, Andrzej Duda, visitó este jueves el lugar cerca de la frontera con Ucrania donde el martes impactó un misil que causó dos muertes y confirmó que se trató de "un accidente".

Desde la pequeña población fronteriza con Ucrania de Przewodow, Duda declaró que ha hablado con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski y admitió que "hay grandes emociones" tras la situación creada por la explosión del misil.

"En nuestra opinión, la explosión del cohete fue el resultado de un accidente, este hecho no puede ser considerado como un ataque a Polonia", dijo Duda ante la prensa polaca.

El presidente polaco sostuvo la tesis apoyada por los resultados preliminares de la investigación y explicó que "Rusia disparó varios cientos de cohetes, Ucrania se defendió y, debido a ello, se produjo un incidente en Przewodow".

"En cierto modo, ésta es una tragedia común", comento el mandatario polaco, quien reiteró su beneplácito a la participación ucraniana en la investigación del caso, si bien precisó que "la participación de representantes de Ucrania (...) debe realizarse de conformidad con el derecho internacional aplicable".

Zelenski pidió el miércoles la participación de su país en la investigación y reiteró que no alberga "ninguna duda de que no fue nuestro misil" el que cayó en Polonia.

 Tras el impacto del misil antiaéreo en la población polaca el presidente ucraniano reiteró que el proyectil fue lanzado por Rusia, pero las pesquisas posteriores indican que pudo tratarse de un misil disparado por las fuerzas ucranianas que se desvió.

Tanto el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, como el propio Duda, comparecieron el miércoles ante la prensa para confirmar que la teoría más plausible es la de la autoría ucraniana, aunque recalcaron que "la culpable última es Rusia", al haber iniciado la guerra.

Por su parte, Jakub Kumoch, responsable de política internacional de la oficina presidencial, afirmó este jueves que "hay imágenes de vídeo" que apoyan la teoría de que el misil fue disparado por Ucrania y subrayó que hay expertos polacos y estadounidenses" trabajando en la investigación "capaces de calcular la dirección desde la que vino el misil e incluso la cantidad de combustible que utilizó".

Por su parte, Morawiecki declaró que "cada hora que pasa recopilamos más pruebas sobre este misil: es un cohete de fabricación soviética, probablemente de la década de 1980, que puede alcanzar objetivos a una distancia de incluso más de 150 kilómetros. No sabemos exactamente desde dónde se lanzó, así que no añadiré más. No quiero especular".

Las autoridades polacas esperaban concluir este jueves las labores de limpieza y está previsto que este sábado se celebre el funeral por las dos víctimas.

Por otro lado, Rusia y Ucrania acordaron este jueves prolongar otros cuatro meses el acuerdo de exportación de cereales y fertilizantes a falta de dos días para su expiración, mientras el Ejército ruso continuó su campaña de bombardeos aéreos contra la infraestructura energética ucraniana ante la llegada del invierno.

La extensión del acuerdo, que expiraba el sábado, se fraguó durante la cumbre del G-20 celebrada esta semana en Indonesia, donde se reunieron el secretario general de la ONU, António Guterres, y el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, cuyo país había denunciado en numerosas ocasiones el incumplimiento de la parte rusa del documento.

El pacto se firmó en julio en Estambul y fue suspendido brevemente por Rusia en octubre debido a un ataque ucraniano en la península de Crimea.

El acuerdo permitirá que los barcos con grano en sus bodegas puedan seguir zarpando desde tres puertos ucranianos en el mar Negro, según explicó Oleksii Kubrakov, ministro de Infraestructura de Ucrania. "Se ha llegado a un acuerdo para extender la operación del llamado corredor de grano. Debemos asegurar que la capacidad de exportación de nuestros puertos se aproveche al máximo para poder abastecer al mundo con los volúmenes necesarios de alimentos en tiempo y forma", explicó.

El Kremlin aseguró haber recibido "garantías de la ONU" sobre el levantamiento de obstáculos a las exportaciones de cereal y fertilizante rusos antes de aceptar la prolongación del acuerdo. Por de pronto, agregó, la labor de la ONU para eliminar las trabas a las exportaciones rusas "está surtiendo resultados".

"Ambos acuerdos -el ucraniano y el ruso- firmados en Estambul hace tres meses son esenciales para rebajar los precios de los alimentos y los fertilizantes y evitar una crisis alimentaria global", dijo Guterres.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, afirmó que "aparentemente Rusia sintió que el mundo no aceptaría" su rechazo del acuerdo, mientras la Unión Europea calificó la extensión de "buenas noticias para un mundo que necesita con urgencia el acceso al cereal y los fertilizantes".

Sobre el terreno, el Ejército ruso continuó los bombardeos contra las principales infraestructuras civiles del país vecino. Según el Estado Mayor ucraniano, Moscú lanzó el jueves 16 misiles y cinco drones suicidas, comparado con el centenar de misiles que cayeron el martes sobre territorio de Ucrania en el mayor ataque aéreo desde el comienzo de la guerra en febrero.

En total, según las autoridades locales, casi el 40% de los consumidores ucranianos se ha quedado sin luz, situación que, reconocen, no se restablecerá en breve.

La región más afectada es la de Odesa, bañada por el mar Negro, donde el 70% de los hogares no tienen suministro eléctrico, aunque los ataques alcanzaron este jueves las regiones orientales de Jarkov y Dnipropetrovsk, y la sureña de Zaporiyia.

Al menos cinco personas murieron durante los ataques en Járkov y Zaporiyia, a lo que hay que sumar un número indeterminado de heridos y los daños causados a viviendas, granjas, gasoductos y líneas de suministro eléctrico.

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