El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha recogido en un libro algunos de los lacrimógenos y alentadores mensajes que sus seguidores le enviaron tras el ataque que sufrió en Milán, regalándose así un nuevo homenaje literario como ya hizo en el pasado.

El amor siempre gana a la envidia y al odio es el título de este volumen panegírico publicado por la centenaria e histórica casa editorial Mondadori, propiedad de Berlusconi, y que sale a la venta en medio de una encendida campaña electoral para las elecciones regionales del 28 y 29 de marzo. El título repite las primeras palabras del jefe del Ejecutivo tras la agresión que sufrió el pasado diciembre cuando un hombre con problemas mentales le arrojó a la cara una réplica en miniatura de la Catedral de Milán tras un mitin.

El mismo Berlusconi explica en el libro, cuya recaudación será dedicada a obras benéficas, el porqué de su publicación. "De ese mal nació un bien. Tras aquella tarde he recibido una atención y un cariño increíbles. Sólo hay que pensar que en los dos días siguientes recibí 50.000 mensajes por Internet" y "como señal de reconocimiento he decidido recoger en este libro una selección de mensajes de animo que me llegaron".

Mensajes agónicos, llenos de lágrimas y de incitación se mezclan en el volumen con los habituales chistes de Berlusconi y la nueva filosofía del amor de los buenos pensamientos y las palabras positivas que ha brotado en Il Cavaliere tras la agresión. "Pienso que he tenido suerte, porque podía haber pasado la Navidad bajo tierra y, con la nieve y las heladas que cayeron en Milán aquellos días no habría sido muy agradable", bromea Berlusconi presentando su libro.

Y en el prólogo explica a sus seguidores que "el amor y el amor por nosotros mismos puede hacer superar todos los obstáculos y hacer que se realicen nuestros sueños y proyectos". En el resto de las 262 páginas del volumen, se recogen 650 mensajes de los berlusconianos desesperados al ver la sangre en el rostro de su ídolo. "Al verte cubierto de sangre, mi mujer se llevó las manos a la cabeza y gritó: '¡Virgen mía, salva a Silvio!'", escribe uno de los seguidores del primer ministro, mientras que "Erminia y su papá Francesco" invitan a Berlusconi a "olvidar el odio de pocos y recordar el amor de muchos". "Te rogamos que no nos abandones, y que si puedes te clones a ti mismo", aclama otro mensaje, mientras que Edoardo de L'Aquila, la ciudad devastada por el terremoto, insta a "Silvio, que no se deje intimidar" y le agradece "haber llevado la luz de la esperanza a nuestra amada Italia". Hay quien sintió la agresión a Berlusconi "como si hubiera sido mi padre el golpeado" y otros aseguran que su hijo de tres años también lloró por él.

El volumen se aleja también por un momento del tono populista y lacrimógeno para caer en un panfleto electoral al incluir estadísticas sobre varios proyectos de su Ejecutivo, dos de los discursos "históricos" de Berlusconi y sus nuevos mensajes de campaña: "en los próximos tres años realizaremos las reformas que son necesarias para la vida de todos los italianos".

El libro llega a las librerías algunas semanas después del regalo al ego que le hizo el editor Alberto Peruzzo al publicar el volumen Nosotros amamos a Silvio. El libro, una especie de álbum de fotos recuerdo del jefe del Ejecutivo que muestran los momentos más importantes de su carrera política, fue objeto de mofa después de que se descubriese que algunas de las imágenes habían sido retocadas para que resultasen más espectaculares.

Aunque Berlusconi, como propietario de dos de las más importantes casas editoriales del país, Einaudi y Mondadori, no ha tenido nunca problemas para hacerse obsequios literarios. Así lo recuerdan los 11 millones de italianos que durante las elecciones generales de 2006 recibieron una revista de 160 páginas que resumía los logros de sus cinco años de Gobierno. En 2001, Berlusconi envió a las familias el volumen Una historia italiana, ilustrado con 250 fotografías de su vida profesional y personal, y donde se contaba la fábula del italiano que de la nada construyó un imperio.