Debut de Inglaterra en el Mundial de Rusia 2018

Un Mundial entre dardos y el Báltico

Dele Alli, lanzando los dardos.

Dele Alli, lanzando los dardos. / juan herrero / efe

El enclave en el que la selección inglesa estableció su base de operaciones, la pequeña localidad de Repino, es un idílico paraje rodeado por bosques de coníferas a las orillas del mar Báltico.

Con aspecto de zona de recreo de la alta sociedad rusa, Repino es un municipio con apenas 2.500 habitantes situado unos 50 kilómetros al norte de San Petersburgo y sobre el golfo de Finlandia, país cuya frontera tiene a apenas 130 kilómetros. Esta ciudad, históricamente parte del territorio del Gran Ducado de Finlandia, durante la Segunda Guerra Mundial pasó a formar parte junto a todo el istmo de Carelia del territorio de la Unión Soviética y en 1948 dejó de ser denominada por su nombre finés, Kuokkala, para tomar el nombre del artista ruso Ilia Repin. Grandes jerarcas rusos, como el presidente Vladimir Putin y el primer ministro Dmitry Medvedev, tienen residencias en esta zona, donde abundan los automóviles de alta gama.

En este contexto idílico de densos bosques de coníferas se ubica el hotel de la selección inglesa, en una amplia finca rodeada por la naturaleza y con un destacado dispositivo policial en los alrededores que controla quién se acerca. "Es fantástico. Las instalaciones son muy buenas y el equipo parece que está feliz y relajado, quizás más que en otros torneos", afirma el periodista Jerry Lawton, del Daily Star. Así, los Kane, Dele Alli, Rasfhord, Sterling y compañía se encuentran en un espacio privado y lleno de entretenimientos para ocupar las horas muertas sin necesidad de buscar diversiones en la ciudad.

Elogiada por sus condiciones de aislamiento, tranquilidad e instalaciones deportivas, Repino ha generado un debate respecto a las condiciones meteorológicas ya que al estar situada al norte, la suave temperatura de entre 15 y 20 grados centígrados contrasta con las máximas superiores a 30 que se encontrarán en Volvogrado. Durante la segunda mitad del mes de junio se dan en la zona las llamadas Noches Blancas, un fenómeno relacionado con el solsticio de verano en el que se amplían las horas de luz hasta la medianoche, que da paso a una penumbra que no llega a ser oscuridad completa. Para combatirlo, la Federación Inglesa colocó cortinas opacas en las ventanas de las habitaciones y pidió a los jugadores que sean disciplinados con las horas de sueño.

El ambiente es bueno y entre jugadores e informadores hay una competición. En la sala de prensa hay una diana para jugar a los dardos y cada jugador que comparece tiene que tirar tres dardos en un duelo a ver quién obtiene más puntuación. Hasta el momento han participado Cahill, Pickford y Dele Alli, y los tres derrotaron a los periodistas.

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