Producción

Europa podría dejar de depender de las baterías chinas, si EE.UU. no lo impide

Europa podría dejar de depender de las baterías chinas en 2027, si EE.UU. no lo impide

Europa podría dejar de depender de las baterías chinas en 2027, si EE.UU. no lo impide

Más de la mitad de todas las baterías de iones de litio que precisan los coches que se producen en la UE ya fueron producidas en Europa en 2022 tras la inversión que viene desarrollándose en gigafactorías a lo largo de los últimos años. De hecho, las decenas de miles de millones de euros que se están invirtiendo en la fabricación de baterías podría suponer que, en cuatro años, las plantas europeas en las que se ensamblan estos vehículos eléctricos dejasen de depender de las gigafactorías chinas. Además, dos tercios de la demanda de cátodos podría satisfacerse aquí en ese mismo periodo.

De hecho, según las estimaciones de Transport & Enviroment (T&E) más de la mitad del litio refinado puede provenir de proyectos europeos como los que se están llevando a cabo en Alemania y Francia en 2030.

Para beneficiarse de los créditos fiscales que establece la norma antiinflación norteamericana, muchos fabricantes van a tener que desplazar su producción a Estados Unidos. Para beneficiarse de los créditos fiscales que establece la norma antiinflación norteamericana, muchos fabricantes van a tener que desplazar su producción a Estados Unidos.

Para beneficiarse de los créditos fiscales que establece la norma antiinflación norteamericana, muchos fabricantes van a tener que desplazar su producción a Estados Unidos.

El mayor riesgo para que estos periodos no se cumplan está, sin embargo, no en una posible respuesta de China, sino que está en Estados Unidos. Allí, en agosto de 2022 entró en vigor la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Esta norma puede hacer que las empresas desvíen sus proyectos industriales de Europa hacia Estados Unidos.

Ta es así que las inversiones en fábricas de baterías, minas y producción de coches eléctricos se ha disparado allí en respuesta al requisito futuro de esta ley de que el 40 por ciento de los metales de las baterías o la mitad de los componentes de la éstas deban ser fabricados en ese país a partir de 2024.

Los requisitos para ser competitivos en el mercado estadounidense van cambiando: primero los vehículos eléctricos deberían ensamblarse allí y, en el futuro, irán aumentado el porcentaje de componentes "made in USA". Los requisitos para ser competitivos en el mercado estadounidense van cambiando: primero los vehículos eléctricos deberían ensamblarse allí y, en el futuro, irán aumentado el porcentaje de componentes "made in USA".

Los requisitos para ser competitivos en el mercado estadounidense van cambiando: primero los vehículos eléctricos deberían ensamblarse allí y, en el futuro, irán aumentado el porcentaje de componentes "made in USA".

Estos umbrales aumentarán con el tiempo, de modo que en 2027 el porcentaje para los materiales llegue al 80 por ciento y, en 2029, las baterías sean íntegramente fabricadas allí. Estas decisiones, que favorecen inequívocamente a las industrias locales, sin embargo, chocan con una de las lecciones obtenidas en la pandemia: la flexibilidad y resistencia de las cadenas de suministro.

En su puesta en vigor, las desgravaciones fiscales a las que podían acogerse los compradores se han aplicado exclusivamente a los vehículos cuyo montaje final se hubiese realizado en EE.UU. pero, en el futuro, se aplicarán créditos fiscales a los fabricantes.

El riesgo de la IRA es que acaben desencadenándose fricciones comerciales entre EE.UU. y el resto de países relevantes en la construcción de vehículos eléctricos. El riesgo de la IRA es que acaben desencadenándose fricciones comerciales entre EE.UU. y el resto de países relevantes en la construcción de vehículos eléctricos.

El riesgo de la IRA es que acaben desencadenándose fricciones comerciales entre EE.UU. y el resto de países relevantes en la construcción de vehículos eléctricos.

Para contrarrestar estas políticas y no correr el riesgo de perder inversiones, T&E estima que la UE necesita poner más dinero para apoyar a las industrias verdes europeas y hacerlo a través de un Fondo de Soberanía Europeo. Otras fuentes, estiman que deberían vincularse las políticas ecológicas a la creación de empleo nacional.

En la actualidad, está en marcha un grupo de trabajo oficial en el que participan la UE y EE.UU., aunque fuentes como el Foro Económico Mundial alertan de que debería abrirse a la participación de otros países que también están involucrados, como Japón, Corea del Sur, Brasil…

 

 

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