Las paredes de la entrada principal y de los panteones de nichos del cementerio católico de Vejer han recuperado el color blanco que define a las viviendas y edificios de esta localidad.

Tras mostrar su malestar muchos vecinos del municipio, porque las paredes de la entrada y algunos pasillos habían sido pintadas de amarillo albero, el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto, y tras una visita del alcalde, Manuel Flor y el arquitecto municipal al camposanto, se trasladó al Obispado una queja y la petición de devolver al color blanco de antaño este lugar en el que reposan los restos de los vecinos del pueblo. Una solicitud que ha sido atendida de inmediato por los empleados del cementerio que se encuentran en plena tarea de recuperar el color blanco inmaculado en sus paredes.

De momento se desconoce quién y por qué se tomó esta decisión de cambiar de color este lugar de visita diaria por muchos vecinos de Vejer. Igualmente, se desconocer si esa decisión ha tenido algo que ver con las diferencias que existen entre el gobierno local y el Obispado que no se ponen de acuerdo en la gestión de éste cementerio y del nuevo que construye el Ayuntamiento en Las Quebradas.

Una de las últimas acciones la protagonizó el alcalde, Manuel Flor, quien acudió a retirar unas pegatinas que se habían colocado en algunos nichos y en las que se informaba a los familiares de los difuntos de que debían de pasar por las oficinas para actualizar los datos personales. Esa acción, que fue fotografiada y difundida desde el Ayuntamiento, llevó al Obispado a colocar carteles en los que prohíbe que se realicen fotografías en su interior.