El día de su 31 cumpleaños será uno de los más recordados por la duquesa de Cambridge, embarazada de su primer hijo. La mujer del príncipe Guillermo de Inglaterra celebró su aniversario ayer de "forma privada" y sin tener que atender ningún compromiso público, tal y como fue su deseo, según explicó un portavoz de la Casa Real británica. Al parecer, el duque de Cambridge organizó una discreta fiesta familiar de la que poco se sabe y que podría haber tenido lugar en la casa que el joven matrimonio tiene en Anglesey. En cambio, sí ha trascendido lo que el príncipe ha regalado a su flamante esposa. Según han publicado distintos medios británicos, Guillermo ha obsequiado a la princesa con una nueva finca. Un terreno rural, retirado del bullicio de Londres, en el que disfrutar relajadamente de su embarazo, que ya podría alcanzar las 12 semanas. En esta etapa tan importante de sus vidas, la pareja quiere gozar de cierta privacidad. Ambos quieren disfrutar al máximo de esta experiencia y no dejar ningún cabo suelto ante la llegada del bebé, que algún día ocupará el trono británico y que está previsto que nazca para mediados de año.

Aunque bastante recuperada, la princesa Catalina sigue sufriendo las típicas molestias de los primeros meses de embarazo, que incluso la llevaron a estar hospitalizada, y por prescripción médica está obligada a continuar en reposo unos cuantos días más. La duquesa saborea esta dulce etapa relajada en el Palacio de Kensington mientras que su marido completa su formación militar en Gales. Su última aparición pública fue el pasado mes de diciembre en la ceremonia de entrega de los Premios del Deporte de la BBC y aún no se sabe cuándo retomará su agenda de compromisos oficiales. Por todo esto, no es de extrañar que haya preferido disfrutar de la jornada de su 31 cumpleaños en la intimidad, tan sólo rodeada de sus seres más queridos.