Sofía Vergara habla en español y no se ruboriza por ello. Desde hace tres años comparte su nacionalidad colombiana y la estadounidense, pero siempre que puede ejerce y se enorgullece de sus raíces latinas, lo que ha hecho que su éxito sea respaldado por miles de hispanos que la consideran un ejemplo a seguir.

Su papel de Gloria en Modern Family no tiene por qué gustar a todos (hay quien considera que el personaje alimenta los estereotipos de la mujer latina en Estados Unidos por ser una figura vulgar, de inteligencia ajustada y que no domina bien el idioma) pero es indiscutible que le ha dado la clave del éxito. Sofía vuelve a ser por sexto año consecutivo la actriz mejor pagada de televisión, aunque realmente su fortuna no se haya amasado entre los sets de rodaje de la cadena ABC sino a golpe de contrato publicitario. Y lo que más ha gustado de esta actriz colombiana a las firmas que han confiado en ella no es otra cosa que su espontaneidad, su singular sentido del humor y, como decir lo contrario, su imponente físico, que ha sabido explotar a las mil maravillas. Y eso que de pequeña vivía acomplejada por el excesivo tamaño de sus senos y pedía encarecidamente a sus mayores una operación de reducción de pecho.

Pepsi la descubrió con 18 años y en 2009 'Modern Family' le dio a su carrera el respaldo que necesitaba

Sofía Vergara comparte lugar de nacimiento con Shakira (Barranquilla) y, aunque las dos han llegado igual de lejos, no han tenido que pasar por las mismas dificultades para alcanzar el éxito. Sofía fue descubierta por casualidad en una playa cuando Pepsi buscaba extras para un anuncio publicitario. Su llamativo físico llamó la atención de los agentes de publicidad, que luego se enamoraron de la forma de ser tan dicharachera de la joven. A los seis meses, uno de aquellos agentes se acordó de ella para rodar un nuevo anuncio y, sin saberlo, le dio el trampolín hacia la fama. Sofía se convirtió en modelo publicitario después de rodar con Pepsi aquel llamativo anuncio en el que protagonizaba un sugerente striptease en la playa, aunque sus inicios no fueron ni mucho menos fáciles. Se casó con sólo 18 años y poco después nació su hijo Manolo, que ha criado en solitario, y se separó. Dejó los estudios de Odontología para centrarse en su carrera como modelo, aunque le costó trabajo abrirse camino. Es más, los focos no se fijaron en ella hasta que, siendo presentadora del festival Viña del Mar, en Chile, se corrió la voz de un supuesto romance de la colombiana con Luis Miguel. Y, cuando su carrera empezaba a despegar en Estados Unidos, sufrió un duro golpe personal, ya que su hermano mayor fue asesinado en Colombia después de un intento de secuestro. No fue el único varapalo que sufrió por aquel entonces la modelo, que tuvo que hacer frente a un cáncer de tiroides cuando tenía 28 años. Sofía nunca ha perdido su generosa sonrisa, ni siquiera en estos momentos tan delicados, y tampoco se ha sentido discriminada por el hecho de ser latina, algo que siempre ha llevado a orgullo. "Acepto que por mi acento no tenga las mismas oportunidades para hacer algunos papeles, pero eso no es racismo, son retos del oficio que les tocan a todos los actores", dijo una vez sin complejos.

Sofía se ha convertido en el espejo en el que se miran muchas latinas, y no sólo por su éxito en Modern Family (que le ha reportado una decena de premios) sino, sobre todo, porque ha sabido sacar partido a cada etapa de su vida sin renunciar a sus orígenes. Además de ser por sexto año consecutivo la actriz mejor pagada de televisión, con unos ingresos anuales de más de 35 millones de euros según Forbes, la actriz cuenta con su propia estrella de la fama en Hollywood y, desde hace dos años, disfruta de su nueva vida junto al también actor Joe Manganiello, con el que se casó en una boda de ensueño en una playa de Palm Beach. Sofía es consciente de que los sueños, aunque sean en castellano, pueden terminar haciéndose realidad.