El presidente catalán en funciones, Artur Mas, ha asumido la responsabilidad política de la consulta del 9-N y ha atribuido su imputación a la "rabia" del Estado, tras declarar ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde ha sido aclamado por miles de personas y unos 400 alcaldes. Desde Bruselas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le ha acusado de "amenazar e intimidar" al tribunal, lo que considera "inaceptable", y le ha instado a someterse al cumplimiento de la ley.

Tras comparecer durante una hora y media ante el TSJC, Mas ha hecho una declaración en el Palau de la Generalitat en la que ha asegurado que ante el tribunal se ha declarado "máximo responsable de haber ideado e impulsado el proceso participativo del 9-N", si bien ha puntualizado que su ejecución corrió a cargo de voluntarios. Esta es una de las claves de su defensa, que radica en señalar que su Gobierno impulsó el 9-N hasta donde le permitió el Tribunal Constitucional, pero que fueron los voluntarios quienes lo llevaron a cabo.

El presidente catalán, que no ha contestado a las preguntas de la fiscalía, ha defendido que cumplió un mandato del Parlamento y ha atribuido la querella a la "rabia" del Estado al constatar el "éxito" y el "eco internacional" de la consulta. Según sus propias palabras, el tribunal "tendrá que juzgar si comportarse como un demócrata equivale a actuar como un delincuente".

Mas ha iniciado la jornada con un simbólico homenaje a Lluís Companys, presidente de la Generalitat republicana fusilado por el régimen franquista hace ahora 75 años. Primero ha hecho una ofrenda floral, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la presidenta del Parlamento, Núria de Gispert, ante el monolito dedicado a Companys en el lugar donde fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento en el Castillo de Montjuïc. Posteriormente ha depositado con sus consejeros una corona de flores en la tumba del presidente de la Generalitat republicana.

Con esta carga simbólica y en plena negociación con la CUP para su reelección como presidente, Mas se ha dado un baño de masas hasta las puertas del TSJC, ubicado precisamente en la avenida Lluís Companys, arropado por 6.000 manifestantes, según cifras de la Guardia Urbana. Mas ha llegado al tribunal flanqueado por sus consejeros, unos 400 alcaldes con las varas de mando alzadas y representantes de Junts pel Sí como Oriol Junqueras o Raül Romeva, en una comitiva en la que le seguían, a más distancia, el dirigente de UDC Ramon Espadaler y el diputado electo de CUP Antonio Baños.

Desde la escalera de la entrada al TSJC, el presidente de la Generalitat ha correspondido a los vítores y gritos de "independencia" con cuatro dedos extendidos, en representación de las cuatro barras de la señera. En su posterior declaración en el Palau de la Generalitat, ha dejado en el aire la posibilidad de no acatar una eventual decisión judicial de inhabilitarlo para el cargo que ocupa y ha dicho que todo "dependerá del momento" en que se encuentre el proceso hacia la independencia.

La Fiscalía General del Estado ha avisado de que empleará los "medios legales" a su disposición para preservar su independencia, después de manifestar su "rechazo" a lo que ha calificado de "nuevos ataques" ocurridos este jueves ante el TSJC. Paralelamente, el Senado ha aprobado definitivamente, con el apoyo en solitario del PP, la reforma del Tribunal Constitucional que permitirá al alto tribunal perseguir a los cargos públicos que incumplan sus sentencias. Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha criticado que se haya "jaleado" a Mas cuando ha tratado de situar a Cataluña "fuera de la legalidad" y ha pedido a Rajoy que resuelva un problema político "desde la política".

Mas denuncia reacciones del Estado de "cariz predemocrático"

Artur Mas ha denunciado que ve en el Estado algunas reacciones "de cariz predemocrático" y ha considerado que en España la democracia es "claramente mejorable" desde el momento en que se "menosprecia" lo que la sociedad catalana señala en las urnas. Tras los dos homenajes al ex presidente Lluís Companys en Montjuïc y declarar ante el TSJC, Mas ha presidido en el Palau de la Generalitat el acto institucional con motivo del Día nacional en memoria de las víctimas de la Guerra Civil y las víctimas de la represión franquista.

Después de que la Fiscalía General del Estado ha avisado de que empleará los "medios legales" a su disposición para preservar su independencia, tras reiterar su "rechazo" a las concentraciones ante el TSJC, Mas ha señalado que, décadas después de la Transición, aún se ven en el Estado, ha dicho, "unas reacciones de cariz predemocrático". "Cuando hay una ignorancia, menosprecio e incluso falta de respeto y reconocimiento a lo que una sociedad marca en las urnas de forma pacífica y tranquila, las actitudes no son plenamente democráticas", ha afirmado el presidente en funciones.

Mas ha recordado que costó "mucho" llegar hasta la actual situación de democracia, que es "mejor" que lo que había antes, pero ha remarcado que tenerla hoy en día "no es garantía de tenerla para siempre si no la cuidas cada día", y lo que "impera" en el Estado es una democracia, ha dicho, "claramente mejorable". El presidente catalán ha afirmado que hoy en día el pueblo de Cataluña está dando una "lección de civismo" y de "democracia real de primerísimo nivel" para que "esta democracia en el Estado español claramente mejorable no vaya para atrás".

Mas ha considerado que "un país vivo que se moviliza" como el catalán, con sus "contradicciones" y "diferencias ideológicas importantes", no puede mirar al futuro sin "honrar" los "eslabones de la larga cadena" que han precedido los momentos actuales. El presidente catalán ha subrayado que el fusilamiento de Lluís Companys fue una muerte "injusta, terrible e ignominiosa pero muy digna" y ha enfatizado la necesidad de recuperar la memoria histórica, en lo que Cataluña, ha dicho, es "pionera". Mas ha remarcado que uno de los principios rectores de la recuperación de la memoria histórica es el reconocimiento de todas las víctimas, con una aproximación sin "apriorismos ideológicos", porque todas ellas "merecen el mismo respeto".