No hay nada como el mercadillo de El Piojito para tomarle el pulso a la ciudadanía. Es un lugar estratégico en cada campaña electoral porque en el mismo los políticos se aseguran una concentración de público. Así lo entendieron ayer hasta cinco candidatos a la Alcaldía de Cádiz. Mientras los comerciantes vendían camisetas, los políticos pedían votos y regalaban obsequios con los lemas de sus partidos. Con el levante como testigo, los alcaldables pudieron escuchar las preocupaciones de los votantes. Y por encima de todas ellas, el desempleo. Mujeres, principalmente, pedían trabajo para ellas, sus hijos, sus hermanos, sus padres... El paro como lamento común.

Las candidatas de PP y PSOE, Teófila Martínez y Marta Meléndez, a diferencia de los otros aspirantes, recorrieron escasos metros del paseo de la avenida de la Bahía, donde se ubica El Piojito. La actual alcaldesa comenzó su recorrido por el extremo próximo a El Corte Inglés y la portavoz municipal socialista lo hizo al contrario, por Puntales. Cuando Martínez empezó a repartir regalos con el anagrama del PP se produjo una avalancha. A duras penas, y ayudada por actuales ediles, nuevos en la lista y militantes, la candidata popular se las veía y se las deseaba para atender a todo el mundo. Sombreros, abanicos, lápices de cera y bolsas reutilizables para la compra formaban el 'kit' de regalo. 1.000 bolsas para los clientes del mercadillo. Jorge Moreno, el coordinador de la campaña, intentaba tirar de Teófila mientras una señora gritaba "¡Hay que votar al PP!". No había manera. Hubo quien llamó por teléfono a familiares para que fueran a ver a la alcaldesa, a la que un vendedor preguntó "¿cuándo me vas a comprar unos zapatos?".

Baño de masas. "Yo no sabía que era usted tan simpática", le soltó una mujer de mediana edad. El vendedor de zapatos volvía a la carga para gritar, en el mismo tono usado para vender unas sandalias, "¡venga niña que este año hay que votar al PP!". Muchas personas se acercaban a la alcaldesa a contarle sus problemas. Martínez, paciente, escuchaba a todos y les decía a qué delegación municipal debían acudir.

En la otra punta, Marta Meléndez y un nutrido equipo de campaña repartían claveles rojos. Hasta 1.200, que volaron y no precisamente por el levante. "Estoy notando a la gente muy receptiva con nosotros y diciéndonos que Cádiz necesita un cambio", decía la aspirante del PSOE. Meléndez, damos fe, les pedía "la oportunidad" de trabajar por ese cambio. Una joven se lamentaba de que la alcaldesa no le recibía mientras una señora mayor, a gritos, aseguraba estar "harta de Teófila". Los claveles era una forma de propaganda menos agresiva, sin lemas. Marisa de las Cuevas, actual edil del PSOE e integrante de la lista para el 22-M, confirmaba "el cariño" de los ciudadanos hacia Meléndez: "Les entregamos propaganda y nos dicen que la quieren conocer en persona. Por otra parte, el grado de conocimiento de la candidata es muy grande y eso nos anima mucho. Ella es sincera y cercana". De las Cuevas llegó a afirmar que no recordaba "una campaña nuestra con tanta receptividad de la ciudadanía".

Un vendedor aprovechó la ocasión. "Dos collares a tres euros, Marta". Ella hizo el intento de comprar, aunque no tenía suelto. Le invitó su madre, que estaba por allí de compras. Su padre, Cipriano Meléndez, afirmaba ver a la gente "muy ilusionada con sus propuestas", recordando que desde niña "siempre ha puesto mucho empeño en todo lo que se ha propuesto". Otra señora mayor se le acercó para decirle que Cádiz "necesita una alcaldesa cien por cien gaditana". Meléndez no podía disimular su satisfacción.

Sin menos aglomeraciones pero con el mismo entusiasmo, Sebastián Terrada, candidato de Izquierda Unida, entraba en los puestos para hablar directamente con la gente. Sus colaboradores repartían chapas, mecheros y bolígrafos mientras el aspirante pedía el voto. A su lado, Blanca Marzán, número dos de la lista, agotaba los folletos. "Es que conozco a medio Cádiz", comentó para explicar su éxito. Terrada destacó que la mayoría de las personas con las que hablaba en El Piojito les mostraban su preocupación por el desempleo. "Critican que obras de gran envergadura no creen empleo para los gaditanos", manifestó. El alcaldable de la formación de izquierdas lamentó que el Ayuntamiento "se gaste el dinero en cosas innecesarias y no ataje los verdaderos problemas de la ciudad como el paro o la vivienda".

La marea magenta acompañaba al candidato de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Manuel Pérez Fabra. "La primera frase que he escuchado es 'dale un puesto de trabajo a mi hijo'. Yo no puedo mentir. No estamos vendiendo puestos de trabajo aunque estemos en un mercadillo. Vendemos que trabajaremos lo posible para crear empleo", explicó mientras repartía abanicos de cartón. UPyD recibía ayer "la simpatía" de los gaditanos hacia esta formación. "En buena parte porque la figura de Rosa Díez -la líder de este partido a nivel nacional- es un referente político en España. La relacionan con nosotros y eso nos ayuda", reconoció Pérez Fabra. El aspirante, ciudadano y gaditano como los usuarios de El Piojito, se mostraba muy contento "porque noto que hay gente que conoce el proyecto y viene directamente a buscarnos".

También repartió publicidad el candidato del Partido Andalucista, Enrique Martínez Sabino, acompañado por miembros de su lista y simpatizantes de esta formación política.

El calor y el viento de levanto fueron 'invitando' a los candidatos y a los clientes del mercadillo a marcharse a casa. Muchas personas salieron cargadas de prendas en una mano y regalos y folletos en la otra. Los votantes de cada partido, reafirmados en su intención de voto. Los indecisos, con cinco propuestas para pensar de aquí al 22 de mayo.