La presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, ha justificado el acuerdo cerrado para formar gobierno con Vox tras realizar un "profundo proceso de reflexión" tras el cual ha decidido anteponer el "interés de los extremeños" a su propia palabra. "Mi palabra no es tan importante como el futuro de Extremadura", ha señalado Guardiola.

De esta forma, la líder de los populares en la comunidad ha defendido la firma de un acuerdo de gobierno compuesto por 60 medidas, que incluye que Vox gestione la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Además, el PP ha cedido al partido de Santiago Abascal el senador autonómico que corresponde al PP.

"Es preferible que me frustre yo a que se frustre el futuro de los extremeños", ha insistido. La popular también ha reconocido que se planteó la posibilidad de abandonar, aunque desistió de esa posibilidad porque esa hubiera sido "una salida muy fácil para quienes quieren que todo siga igual".

Decisión local

En una comparecencia de Guardiola, junto con el candidato de Vox, Ángel Pelayo Gordillo, tras la firma del acuerdo en el parlamento regional, Guardiola ha defendido la independencia de su decisión, que asegura que se ha tomado en Extremadura. Un acuerdo de gobierno que, ha aclarado la dirigente popular, no entra en "cuestiones ideológicas", de tal forma que se centra en lo que les une y no en lo que les separa.

El documento firmado, "que no deja de ser un programa de gobierno", con el que el PP adquiere "un compromiso sincero", según la dirigente popular, es "la hoja de ruta con la que queremos comprometernos a marcar un nuevo rumbo" para que "Extremadura se pueda convertir en una tierra de oportunidades, donde se pueda desarrollar un proyecto de vida, los jóvenes no tengan que marcharse, una tierra que sea fiscalmente atractiva".

"Estos días están siendo difíciles, pero yo tengo la firme convicción de que nos une mucho más de lo que nos separa y de que la voluntad política y la generosidad las hemos puesto al servicio de los extremeños", ha añadido. Guardiola se ha mostrado dispuesta a "trabajar mucho" con "ilusión" y con "mucha humildad" en un gobierno "de todos y para todos, sin rodillo, sin tutela y, por supuesto, sin censura".

"Día histórico" para Vox

También ha dicho que el pacto es un acuerdo "sensato, de moderación, de respeto a nuestra autonomía, que protege los servicios públicos y que no mira al pasado sino al futuro", Así, ha señalado que  "no retrocede en los derechos conseguidos por los extremeños y las extremeñas".

Por su parte, Gordillo, ha considerado que este viernes ha sido "un día histórico" que permitirá un cambio político en la región. Además, ha añadido que el gobierno que buscará "el bien de Extremadura sin estrindencias y siempre con la mano tendida en un espíritu de lealtad y de colaboración con lo firmado". Gordillo ha destacado que la responsabilidad de ambos partidos "no podía truncar" el deseo de cambio de los extremeños, por lo que "se ha impuesto la sensatez y la generosidad por ambas partes"

A preguntas de los periodistas, Guardiola ha aclarado que la violencia de género como tal no aparece en el acuerdo, ya que han "intentado reflejar" todo aquello que les une y "dejar a un lado" lo que les separa. Sin embargo, el pacto sí recoge "el rechazo a cualquier discurso machista".

"Prosperidad"

También ha indicado que la decisión de meter finalmente a Vox en su gobierno se ha tomado en Extremadura y "obedece a un profundo proceso de reflexión" en el que se ha obligado a sí misma a recordar que ella dio un paso al frente, cuando aceptó a presidir el PP extremeño, porque quería hacer que sutierra "prosperase".

En ese sentido, ha reconocido que al incumplir su palabra puede haber decepcionado "a mucha gente", algo que asume, aunque ha pedido que se la juzgue como "presidenta de la Junta de Extremadura". Ha señalado, no obstante, que también debía reconocerse que "el machaque personal y político" que ha recibido "excede de cualquier razonabilidad".