Juicio del 'procés'

"Desde el 20-S se desató un periodo insurreccional"

  • El teniente que investigó el 1-O asegura que la actitud de la gente en Cataluña sufrió un "cambio radical", registrándose 107 ataques a Guardia Civil y Policía, entre el 19 y el 20 de septiembre, de los 115 evidenciados

Acusados, en el juicio del Procés, entre ellos Oriol Junqueras.

Acusados, en el juicio del Procés, entre ellos Oriol Junqueras. / EP

El teniente de la Guardia Civil que dirigió la investigación policial de la preparación del 1-O ha afirmado que a partir del 19 y del 20 de septiembre las protestas cambiaron de tono y se vivió un "periodo insurreccional" hasta el punto de que Cataluña se convirtió en "un polvorín".

El agente de la Guardia Civil que estuvo al frente de la investigación dirigida por el juzgado de instrucción 13 de Barcelona por los preparativos del referéndum ha explicado este martes en el Supremo que hubo tres periodos claramente diferenciados en Cataluña.

El primero fue antes del 19 y 20 de septiembre, cuando las concentraciones contra las fuerzas de seguridad eran puntuales y con un tono de protesta, pero luego vino lo que ha definido como un "periodo insurreccional", que se produjo entre esos días y la aplicación del artículo 155 el 27 de octubre. El último fue a partir de esa fecha, cuando cesaron las protestas.

En los días del "periodo insurreccional", ha dicho, hubo un "cambio radical" en la actitud de la gente en Cataluña y se produjeron la gran mayoría de los "asedios" y "escraches" a la Guardia Civil y la Policía Nacional.

En concreto, de las 88 acciones contra la Guardia Civil, se produjeron dos antes del 19 y 20 de septiembre, 84 en el "periodo insurreccional" y dos a raíz de la aplicación del 155.

De ellas, 47 (43 fueron entre el 20S y el 155) fueron "asedios" a casas cuarteles del instituto armado, con "concentraciones de personas, insultando e impidiendo entrar en el acuartelamiento y actitud hostil hacia la presencia de la Guardia Civil en ese sitio".

En cuanto a la Policía Nacional, ha dicho que se registraron 27: dos "antes del periodo insurreccional", 23 "durante periodo insurreccional" y dos después del 27 de octubre.

Mientras el teniente relataba estas cifras, dos de los abogados de las defensas se han quejado al tribunal de la insistencia del teniente en calificar de esa manera a los días comprendidos entre el 20S y la aplicación del 155.

"Es una expresión llena de valoración personal, pero en la medida que la sala no se va a sentir vinculada por las valoraciones que haga el testigo para describir la realidad que el percibió, que sea más acertado o no... Él esta valorando lo que vio de esta forma", ha respondido el magistrado Manuel Marchena.

El teniente ha continuado, a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, calificando el ambiente que se respiraba en ese periodo: "Aquello literalmente era un polvorín. Los policías que teníamos un mínimo de responsabilidad sabíamos que cualquier incidente pequeño podía derivar en una escalada incontrolable y afortunadamente no fue así".

"Que no fuera así -ha añadido- no quiere decir que las circunstancias de aquel periodo y la sensación que teníamos las tres fuerzas policiales que aquello era un polvorín. Eso es incuestionable".

Según el responsable de la investigación, en los días previos al 19 y 20 de septiembre había habido manifestaciones, pero de un tono menor porque "se pensaba" que la labor de los investigadores era "de poca entidad para impedir el referéndum".

El día 19 la Guardia Civil hizo una importante intervención en Unipost para intervenir cartas electorales y "ahí ya fue un golpe duro".

Un día después se llevaron a cabo diferentes registros como el de la Conselleria de Economía y "a partir de ahí ya se incrementaron las concentraciones". El "clima que se vivía" y el que los guardias civiles tenían en cuenta para planear futuras intervenciones era, ha añadido, "claramente insurreccional".

A preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, el teniente ha explicado que ese clima desapareció cuando se aplicó el artículo 155 en Cataluña. A partir de ese día hubo otro "cambio radical".

"No hay concentraciones, ya no hay ningún tipo de incidente" porque, por un lado, ya no había llamadas a la movilización y, por otro, los Mossos hicieron "dispositivos de seguridad muy eficaces" como los que montaron cuando se registraron las sedes de ANC y Òmnium.

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